Sacar a Griezmann del campo para sacar a Raúl García provocó las protestas de un público volcado en que su equipo rompiera el empate ante el Celta.
«Lo que más llamó la atención fue que se discutiese una decisión de Diego Pablo Simeone», constata Jesús Hernández para Mundo Deportivo. «El Manzanares reaccionó mal a un cambio que respondió no sólo a un tema futbolístico. El francés fue el último de los internacionales en incorporarse a su nuevo equipo y físicamente aún debe dar un paso más», agrega el periodista.