El fútbol tiene estas cosas. El Atlético de Madrid hacía oficial el pasado verano la contrtación del portero del Benfica Jan Oblak por 16 millones de euros, convirtiéndose así en el meta más caro de la historia de nuestra Liga.
Oblak llegó como teórico titular a principio de temporada, mientras que Moyá era el suplente. Sin embargo, una lesión del esloveno le dio la oportunidad al español. Éste respondió y no tardó en ganarse la confianza de Simeone le dio confianza. Ante el Olympiacos, en el primer encuentro de la Champions, Simeone puso al Oblak. El Atlético encajó tres goles y el portero quedó señalado. Desde entonces el técnico argentino le relegó al banquillo a excepcón de los partidos de Copa del Rey.
Desde que entró por la lesión de Moyá, ante el Leverkusen, el esloveno ha disputado ocho partidos de rojiblanco (cinco de Liga y tres de Champions). En ellos ha encajado tan sólo tres goles y ha dejado su portería a cero en cinco ocasiones.
La eliminatoria frente al Real Madrid y la tanda de penaltis ante el Leverkusen han supuesto su consagración absoluta en el máximo nivel del esloveno. En la ida sacó un mano a mano a Bale en los primeros minutos y luego evitó dos goles cantados de James. En la vuelta, en el Bernabéu, volvió a salvar al equipo. A Cristiano le sacó un mano a mano y despejó una falta lejana que se envenenó tras botar. Y la mejor fue una parada salvadora en un uno contra uno de Chicharito. En ocasiones recordó a Courtois en los dos encuentros de Champions.
Ahora ya comienzan a salir rumores de grandes clubes europeos interesados en su contratación, estas son las cosas que tiene el fútbol.
