A menos que hayas estado viviendo bajo una roca el año pasado, es probable que encontraras al menos una noticia que hable sobre tecnología de reconocimiento facial. Como una forma de biometría, el reconocimiento facial promete mejorar la experiencia de la sociedad con la industria en general, desde el comercio minorista hasta los viajes. Al mismo tiempo, también ha habido temores de mala administración a expensas de la privacidad de las personas.
Según relata el portal GrayScott.com, hemos llegado al punto de no retorno. Desde los sensores hasta las cámaras, siempre habrá un ojo digital que te rastree en público. Y solo va a aumentar con el tiempo. Para 2020, habrá un estimado de 1 billón de sensores operativos, desde GPS, hogares inteligentes, recolección de energía, hasta biomédica. Y para 2022, habrá un estimado de 45 mil millones de cámaras operativas.
Uno de los ejemplos más importantes de reconocimiento facial que se utiliza hoy en día proviene de China. El gobierno chino se ha propuesto integrar la Inteligencia Artificial (IA) con la de su software de reconocimiento facial a escala nacional. Con la ayuda de SenseTime, la compañía de IA más grande de China, el gobierno ahora puede rastrear el movimiento de todos a tiempo real.
Los impactos han sido positivos y negativos, dependiendo de a quién le preguntes. Por un lado, las autoridades chinas pudieron rastrear y arrestar a los fugitivos en áreas grandes y llenas de gente utilizando esta tecnología. También han utilizado esta tecnología para mejorar la experiencia de compra de las personas, gracias a compañías como Alibaba, que les permite simplemente ingresar a una tienda, tomar lo que necesitan, escanear sus rostros para comprar los artículos seleccionados y luego irse.
Por otro lado, el gobierno chino también ha implementado un sistema de crédito social que utiliza su vigilancia mejorada por la IA para ayudar a dictar sanciones y recompensas a sus ciudadanos en función de su desempeño, tanto legal como moralmente. Huelga decir que este sistema de crédito social ha demostrado ser muy controvertido.
Con el fin de contrarrestar el sesgo racial dentro del software, China también anunció recientemente que están exportando su software de reconocimiento facial a los países africanos, comenzando con Zimbabwe. La exportación de IA y reconocimiento facial se incluirá en la iniciativa One Belt One Road de China, que se expandirá por Asia, Europa y África.
En el frente occidental, sin embargo, el reconocimiento facial también comienza a hacerse notar.
Con el fin de acelerar su proceso de check-in en los aeropuertos, Los Ángeles ha estado probando el reconocimiento facial en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX). Dado que todos los nuevos pasaportes están ahora integrados con microchips que incluyen una foto digital del propietario del pasaporte, las cámaras de LAX escanearán el rostro de cada viajero y lo compararán con la imagen que se extrae del microchip. Como resultado, el sistema recién instalado ayuda a reducir la dependencia de TSA.
El software similar ha sido utilizado por British Airways, que ahora se está expandiendo en los Estados Unidos, en áreas como Orlando, Los Ángeles, Nueva York y Miami.
Sin embargo, recientemente, se ha revelado que Amazon se ha asociado con varias agencias policiales, dándoles acceso a su servicio Rekognition. Según su blog, Amazon Rekognition «analiza miles de millones de imágenes diariamente» y «ha sido entrenado en miles de objetos y escenas».
