Buscando los límites de la nueva tecnología

Investigadores piden prudencia con determinados campos de la Inteligencia Artificial

Durante los últimos cinco años, lo más popular en Inteligencia Artificial (IA) ha sido una rama conocida como aprendizaje profundo. Esta técnica estadística le da a las computadoras una forma de aprender al procesar grandes cantidades de datos. Gracias al aprendizaje profundo, las computadoras pueden identificar fácilmente las caras y reconocer las palabras habladas, lo que hace que formas de inteligencia humana parezcan estar a su alcance de repente.

Según relata Steve Lohr en The New York Times, empresas como Google, Facebook y Microsoft han invertido dinero en aprendizaje profundo. Las empresas que persiguen todo, desde curas para el cáncer hasta la automatización de back-office, proclaman su profunda experiencia en aprendizaje.

La percepción de la tecnología y las habilidades de coincidencia de patrones se están aplicando para mejorar el progreso en campos como el descubrimiento de medicamentos y los coches sin conductor.

Pero ahora algunos científicos se preguntan si el aprendizaje profundo es realmente tan profundo después de todo.

Un número creciente de expertos de IA advierten que el obsesionarse con el aprendizaje profundo bien puede generar desilusión.

Michael I. Jordan, profesor de la Universidad de California, comenta que

No hay inteligencia real en eso. Creo que confiar demasiado en estos algoritmos de fuerza bruta es una fe fuera de lugar.

El peligro, advierten algunos expertos, es que la IA se topará con un muro técnico y eventualmente enfrentará un contragolpe popular, un patrón familiar en inteligencia artificial desde que ese término fue acuñado en la década de 1950. Con el aprendizaje profundo en particular, dijeron los investigadores, las preocupaciones están siendo alimentadas por los límites de la tecnología.

La tecnología lucha en los terrenos más abiertos de la inteligencia, es decir, el significado, el razonamiento y el conocimiento de sentido común. Si bien el software de aprendizaje profundo puede identificar instantáneamente millones de palabras, no comprende un concepto como «justicia», «democracia» o «intromisión».

Yejin Choi, investigador del Instituto Allen y científico informático de la Universidad de Washington, señala que

No estamos contra el aprendizaje profundo. Estamos tratando de elevar la mira de la IA, no criticar las herramientas.

 

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