El primer modelo de tracción delantera de BMW es también su primera incursión en el segmento de los monovolúmenes y la apuesta se ha realizado poniendo toda la carne en el asador para complicarle la vida al único representante premium del segmento compacto, el Mercedes Clase B, claro oponente en la mirilla de su objetivo y que hasta ahora campaba a sus anchas sin ningún rival destacable que le hiciera la competencia. Una estética más deportiva y un setup que prima la conducción sobre el confort absoluto son los valores diferenciales del Active Tourer.
El objetivo es atraer a esos clientes que forman las familias jóvenes o los prejubilados, un tipo de público con una vida muy variada en la que la funcionalidad de su vehículo es la máxima a tener en cuenta. Para hacernos una magnitud de lo que puede suponer para BMW el aterrizaje en un segmento en el que no estaba presente, sus estudiosos de marketing avisan de que 3 de cada 4 compradores serán nuevos. La jugada está además ya ensayada, puesto que después de subirse al carro de los SUV, hoy en día este tipo de vehículos suponen el 33% de las ventas de la marca alemana.
Muchos conductores se preguntarán si se ha recurrido a la plataforma de MINI para dar vida a esta nueva creación que es el primer BMW de tracción delantera de la historia, y aunque la base es la misma que la que está estrenando la nueva familia del urbanita chic, numerosos cambios que no se limitan a una simple reestructuración de suspensiones y pequeños periféricos le otorgan entidad propia. El BMW Serie 2 Active Tourer mide casi 4,25m, como un Serie 1, pero es más ancho y más alto y su distancia entre ejes de 2,67mfavorecen un amplio interior. Es sin embargo más corto que un X1, pero el maletero de 470 litros con doble fondo le saca respectivamente 100 y 50 litros de capacidad a sus dos hermanos. 11,3 metros de radio de giro aseguran buen desempeño urbano y mucha maniobrabilidad.
Su tonelaje va desde los 1.320 a los 1.430 kg en función de la mecánica, y la gama arranca con las variantes de gasolina 218i y 225iA, de 136 y 231CV, respectivamente y un único diesel por el momento en manos del 218d, de 150CV. Están disponibles con cambio manual y automático de 8 velocidades, a excepción del más potente, que sólo se ofrece en versión automática. Más adelante, a partir de noviembre, la gama crecerá con más motorizaciones (216d, 220i y 220d) y con la llegada de la tracción integral asociada a alguna de ellas, demostrando este hecho que el nuevo monovolumen va a suponer más que un complemento en la gama de BMW.
Revolución equipada
En nuestra toma de contacto nos pusimos a los mandos del eficiente diesel, que no esconde secretos y se muestra solvente y hasta “deportivo” gracias a un motor que es probablemente el mejor 4 cilindros de su categoría. Mucho más novedoso fue el tricilindrico que supone el Active Tourer 218i. Derivado del motor que propulsa al BMW i8, este bloque tiene una personalidad muy marcada y una conducción ciertamente gratificante. Voluntarioso cuando se le estruja y poco sediento en conducción normal, su sonido es otra de las señas de identidad, y se muestra silencioso y muy bien equilibrado, mejor que los 4 cilindros nos llegó a asegurar su ingeniero.
BMW ha hecho un gran esfuerzo por que la calidad percibida del nuevo Active Tourer sea elevada, y sus acabados y ajustes vuelven a ser de los mejores de sus rivales, con un diseño sobrio pero muy elegante. El equipamiento de serie era otra de las piedras de toque de este coche, pues muchos de los clientes de la marca habían reflejado en las encuestas que querían coches mejor equipados desde su base. Así han creado una serie de paquetes de equipamiento que suponen un importante ahorro de hasta el 25% de su coste y menos complicaciones a la hora de elegir nuestro modelo ideal.
Comienzan con el acabado Advantage que ya llevael control de crucero, faros LED, control de distancia de aparcamiento trasero y faros antiniebla. Tiene un sobrecoste sobre el acabado de partida de 1.800 euros, y las opciones por separado sumarían 2.400€. El Sport (3.500€) suma el paquete de iluminación, asientos deportivos, llantas de aleación de 17” y molduras, tapicerías y detalles tanto exteriores como interiores específicos para la línea Sport. Los Luxury (4.900€) añaden el paquete de iluminación, asientos en cuero Dakota, calefacción para los asientos delanteros, llantas de aleación de 17 pulgadas y molduras, tapicerías y detalles exteriores e interiores específicos. El tope de gama sería el acabado M Sport (5.400€) y su característico paquete M.
El precio de partida del Serie 2 Active Tourer es de 28.500 euros para el gasolina tricilíndrico, sumando 10.000€ más su hermano mayor, el 225i. La única alternativa diésel por ahora parte desde los 30.300 euros. Un secreto, en 2015 habrá una carrocería de 7 plazas, una muestra más de que en BMW se han tomado muy en serio esta nueva apuesta por la tracción delantera y el espíritu familiar.
