Mientras la mayoría de las empresas tecnológicas vinculadas al sector móvil y los vehículos inteligentes persiguen diseñar casi desde cero coches autónomos, Huawei ha tomado otro camino y confiar en la potencia de su teléfono más avanzado, el Mate 10, y su procesador Kirin 970 con IA, para guiar a un Porsche Panamera por un circuito. Se trata del proyecto RoadReader, una iniciativa que pretende demostrar cuanta potencia tiene un teléfono dotado con inteligencia artificial. Al contrario de lo que ocurre con otros vehículos sin conductor, que simplemente detectan obstáculos, Huawei distingue los obstáculos y es capaz de diferenciar entre un perro, un gato, un balón, una bicicleta y otros, por ahora mil objetos distintos. Y decimos por ahora porque cuanto más tiempo pasa el vehículo «en carretera», más aprende y mejor resuelve situaciones imprevistas: un balón puede ser solo un balón, pero también puede alertar sobre la presencia de un niño que correrá a buscarlo, según recoge La Razón.
¿Cómo funciona exactamente? Lo primero que se hizo fue dotar al vehículo con un sistema robótico para controlar de modo remoto la dirección, el acelerador y el freno. Esta tecnología está vinculada a un sistema HDMI y a un hub USB que se conecta con el Mate 10.
La segunda parte del desafío era desarrollar una aplicación específica que utilizara la potencia del microchip Kirin 970 para reconocer imágenes (hasta 2.000 por minuto) y aprendiera a distinguir los objetos y saber qué hacer cuando se encuentra con ellos. Utilizando la plataforma para desarrolladores de Huawei (Kirin AI DDK), un equipo de expertos fue capaz de crear en apenas cinco semanas los parámetros que servirían para controlar el coche utilizando la cámara del Mate 10 como guía visual.
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