Compartiendo idéntica base mecánica y motorizaciones disponibles, entre los modelos compactos del grupo VAG hay una guerra interna no admitida públicamente pero que salta a la vista. Por un lado se enfrentan Audi y Volkswagen en la parte Premium de la tabla con el A3 y el Golf, mientras que en el campo de batalla generalista Seat y Skoda hacen lo propio con el León y el Octavia. Cada modelo dice tener su público objetivo y su orientación diferenciada pero tras ponernos a los mandos del León FR y del Skoda RS, podemos afirmar que a los mandos las sensaciones son muy parecidas e igual de gratificantes.
El Seat León se ha enfocado por el lado juvenil y deportivo y pretende atraer a un tipo de cliente más dinámico que busca una imagen agresiva y aprecia una configuración de chasis enfocada a ofrecer en todo momento unas sensaciones de conducción más afiladas, mientras que el Skoda Octavia RS se mantiene fiel a los valores de espacio y habitabilidad de la casa checa pero no renuncia a poner un toque muy picante en su modelo, siempre con el precio en mente para ofrecer un producto altamente competitivo.
La tercera generación del León, presentada en 2012, llegó antes que el renovado Octavia, pero ahora ambos comparten la mayoría de las nuevas e importantes tecnologías del grupo VAG y su carácter general viene marcado por la presencia bajo su carrocería de la nueva plataforma modular transversal MQB del conglomerado alemán. En nuestra prueba ambos coches han compartido la mecánica de mayor tirón en nuestro mercado, el omnipresente 2.0TDI, en este caso en su versión más potente, que con 184CV se convierte en un verdadero devora millas capaz de afrontar cualquier viaje.
Bien es cierto que la mecánica 1.8 TSI equivalente con la misma potencia sea probablemente un bloque mucho más adecuado para la personalidad de estos modelos FR y RS, ya que en conducción deportiva sin duda granjea muchas más satisfacciones y permite explorar los límites del fenomenal chasis de manera más contundente. Además, la ventaja de precio a su favor (por encima de los 2.000€) hará que muchos deban pensar si realmente les compensa decantarse por el gasóleo tal y como están los carburantes hoy en día.
La carrocería resulta muy atractiva en ambos casos, con unas líneas más marcadas y llamativas en el caso del Seat, pero no exentas de belleza y mucho más modernas por fín en el nuevo Octavia, mientras que las versiones familiares de ambos modelos, la del León inédita hasta ahora por cierto, ofrecen una capacidad de carga y versatilidad enormes. Con ellas estos compactos se han convertido en una seria amenaza para las berlinas del segmento superior. SI quieres saber más de cómo van en marcha no te pierdas la siguiente videoprueba.
