El rey fue intervenido con éxito este lunes 26 de febrero de 2018, en el hospital parisino Ambroise Pare de Neully sur Seina tras sufrir, a finales de enero, una «alteración en su ritmo cardíaco». El monarca, quien continúa hospitalizado y con evolución favorable, deberá guardar reposo absoluto durante un largo periodo de tiempo.
Según el comunicado oficial emitido por la Casa Real, Mohamed VI (54) fue sometido a un examen médico en el que descubrieron que tenía un flutter auricular, es decir, una taquicardia arrítmica que hace que el latido del corazón sea muy rápido e ineficiente. Por suerte, el órgano no sufrió ningún daño, por lo que ahora se recupera con normalidad, según recoge Informalia.
Seis doctores fueron los encargados de practicarle una «ablación de la arritmia por radiofrecuencia para normalizar el ritmo cardíaco», una técnica que resultó satisfactoria ya que, a pesar de que su corazón no estaba dañado, sí lo estaban otros órganos vitales.
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