La decisión de Pedro Sánchez de dar cobijo en el puerto de Valencia al buque Aquarius, en el que viajan 629 migrantes y refugiados abandonados a su suerte en el Mediterráneo ha tenido dos efectos inmediatos.
Ha sido muy rentable publicitariamente para el Gobierno socialista español y ha provocado un enorme ‘efecto llamada’.
Las mafias que envían sus pateras a Europa han descubierto de repente a España como un ‘puerto abierto’ permanente.
Y los especuladores sin escrúpulos que tratan como fardos a los seres humanos han intensificado en dirección a nuestro país una actividad que ha convertido el fondo del Mediterráneo en el cementerio de demasiados sueños perdidos.
Efectivos de Salvamento Marítimo han rescatado desde este pasado viernes y hasta este domingo 22 de julio de 2018 a más de 1.200 personas –algunas de ellas, niños, bebés y mujeres embarazadas–, tras rescatarlas de las 48 pateras en las que navegaban por aguas del mar de Alborán y el Estrecho de Gibraltar.
Según la información facilitada por Salvamento Marítimo a Europa Press, sólo durante la jornada de este domingo se ha rescatado al menos a 447 personas de 24 pateras, de las que 190 navegaban en cuatro pateras por el mar de Alborán, mientras que el resto –un total de 257 de 20 pateras– lo hacía por el Estrecho.
Entre las personas auxiliadas se encontraba una mujer en avanzado estado de gestación y con ‘contracciones muy fuertes’, que ha precisado de evacuación en helicóptero para ser atendida en un centro hospitalario de Almería. Finalmente, fuentes sanitarias han precisado que la mujer no se encontraba de parto y que ha recibido el alta médica.
Asimismo, otros cuatro migrantes llegados a Tarifa (Cádiz) han sido trasladados a diversos centros sanitarios por contusiones, dolores abdominales y una posible fractura, según han indicado desde Cruz Roja.
En la jornada del sábado, efectivos de Salvamento Marítimo trasladaron a unas 330 personas tras rescatarlas de 22 pateras. La mayoría fueron trasladadas a los puertos gaditanos de Barbate, Tarifa y Algeciras.
Asimismo, más de una veintena de los migrantes eran menores de edad, algunos bebés y adolescentes, además de dos mujeres embarazadas.
El viernes se rescató a un total de 450 migrantes que viajaban en 20 pateras localizadas también en aguas del Estrecho de Gibraltar y en el Mar de Alborán.
