Más que bocazas, este Papa me parece un deslenguado con escamas. Con tal de estar en la primera página de la actualidad es capaz de decir cualquier gilipollez o en fino boutade. En su corto periplo por Hispanoamérica (desde hace tiempo todo quisque usa la voz Latinoamérica, que es vocablo favorecedor de franceses, italianos, portugueses e ingleses en detrimento de España), el Papa Francisco ha vuelto a meter la pata sobre todo a los que nos preocupa la Historia, que es la gran página de todos pero con cierto rigor. Pedir perdón por la conquista de América, en clara referencia a España en nombre de Dios, me parece de una estulticia sin límites.
Para ser más progre que los bolivarianos, el hombre de Cristo en la Tierra abraza una hoz y el martillo con la Cruz de Cristo en la hoja de hierro. ¡Memo! ¡Más que memo! ¿Alguien hubiera admitido hoy la esvástica nazi? Porque, Papa Francisco, populista, si no hubiera sido por España, usted, su santidad, no presidiría la silla vaticana. Me refiero a su nacionalidad y formación religiosa. Seguiría revolcándose por las pampas argentinas. Cállese o cierre la boca. Acoger el símbolo comunista es como admitir de buen grado los millones de cristianos fusilados por el degradante comunismo. ¿Y los coptos en Egipto que mueren como chinches? Mire, Papa Paco usted está gagá.
Abraza el populismo como Pablo Iglesias la coleta. Va de sarao en sarao. Se mete en todos los charcos, el caso es estar en primera línea de actualidad. Eso se llama vanidad, y perdón por el pareado. Comenta usted -dispense que no le dé el trato protocolario- la situación palestina, venezolana, coreana, norteamericana, pero no la yihadista donde decapitan a los occidentales cruelmente. Para este católico, apostólico y cada vez menos romano que soy yo su pontificado me está resultando un bluff. Dedíquese, excelencia, a los actos de fe, a las encíclicas, aceptable la referente al planeta Tierra, y a los pobres de espíritu porque ellos verán el cielo.
Deje ya de marearnos políticamente, Francisco. Dé combustión al espíritu, más y mejor que BP y Repsol. Y menos besuqueos a la presidenta de Argentina, chorisa, amiga de la corruptela. Juan Pablo II, el que derribó el muro de Berlín, seguirá guardando silencio. Y él solito lo echó abajo. Benedicto XVI, la intelectualidad, la sabiduría, mandaría al Papa Paco a tomar por el culo pero su elegancia y humildad se lo impedirían.
Cristóbal Colón, campechano Francisco, fue la hostia. Se fue con tres maderos a la conquista de América. Y vio Tierra el 12 de octubre de 1492. Sí, che, fue la más grande conquista de la Historia pero también con el altruismo de una oenegé, y con la sana ambición de traerse unos lingotes de oro que ofrecérselos a los Reyes Católicos (y eso que era catalán como dicen los memocráticos independentistas de Arthur Mas, y es que en lo que queda de España no queda un tonto más).
Así que Papa Paco, deje de joder con la pelota y no nos toque las bolas.
-¿Lo dice por no venir a España en el quinto centenario de la Santa Teresa?
– Lo digo porque es argentino, che.
