Lo que digo de un régimen que unos cómplices pretenden señalar como "con pequeños déficits de democracia" porque conviene no darle su nombre: Tiranía
Los días del que habita en Venezuela transcurren padeciendo el horror de vivir en un país donde el mal se enseñoreó.
Tanto que ya es imposible hablar de otra cosa; imposible no asumir que no tenemos la menor garantía de seguridad, de salud, de suministros, de vida…
El gobierno de los Estados Unidos -y como él, otros- ha alertado a sus ciudadanos y a su personal diplomático acreditado aquí sobre la violencia generalizada y robos a mano armada que ya son pan diario…
No ha sido el comentario de un periodista o un «cuento que me dijeron», ha sido el propio Departamento de Estado quien ha emitido una circular donde advierte a los estadounidenses que viven o que piensan viajar al país, que no existen lugares seguros y que la delincuencia hace de las suyas asesinando con cuchillos y otras armas, y hasta con granadas y rifles de asalto.
Esto bajo la mirada complaciente de una fuerza armada cómplice y una policía estatal a la que como única orden se le dice que a quien debe acosar es al ciudadano decente.
Las estadísticas son conocidas. Miles de muertes producto de la violencia criminal y la descomposición social se generan mensualmente en Venezuela.
La «Revolución Bonita» con su ridícula igualdad de género o como pretenden que lo sintamos «affirmative action» se queda con su cara de «Yo no fui» ante las 110 mujeres que han sido asesinadas solo en Caracas desde el mes de enero hasta el 30 de agosto (y que en los 21 días de septiembre la cifra se amplió sustancialmente).
Imagino que para el abyecto Tarek William Saab llamar a sus cuerpos o despojos «Cadáveras» cumple con la preservación total de sus derechos.
Fue Pío IX, o Pio Nono, el primero en alertar sobre el cáncer del comunismo http://t.co/57JRGl3B23
— @eleonorabruzual (@eleonorabruzual) septiembre 20, 2015
Y tal cual digo, mientras escribo ya puedo incluir otra estadística… La que refleja que en los primeros 18 días de septiembre a la morgue de Bello Monte (Caracas), tanatorio que debería llevar el nombre Hugo Chávez ya que con ese militar golpista y corrompido llegó esta Peste, llevaron 258 cadáveres.
Me han leído infinidad de veces lo que escribo sobre una realidad de horror y muerte. Lo que digo de un régimen que unos cómplices pretenden señalar como «con pequeños déficits de democracia» porque conviene no darle su nombre: Tiranía.
Y no cualquiera. Venezuela padece una asqueante y pavorosa tiranía militar corrupta. Pactos de mafias ocupando lo que es imposible considerar hoy pilares del Estado. Mafias que lo han penetrado todo: Poder Judicial, Poder Legislativo, Poder Electoral, mal llamado Poder Moral, Fuerzas Armadas y por qué no, la mayoría de los partidos políticos…
Partidos que sin la menor duda considero organizaciones cuya complicidad y tranquilidad nacen de esa penetración a la que no pudieron o no quisieron escapar.
Así esta semana pasada escuché que alguien denunciaba que uno de esos líderes opositores conchupantes dijo: «¿Para qué el apuro?»
Y me veo obligada a responderle a él y a cualquiera que siga tomándose este espanto con la calma que genera el provecho: El apuro lo genera el «Conformarnos» con haber padecido 16 años de destrucción castrochavista y no esperar -como los cubanos- que después de un largo calvario de 56 años de oprobios y sufrimientos se tengan que calar a Bergoglio y a Obama legitimando a Fidel y Raúl Castro, dos sanguinarios tiranos que destruyeron las posibilidades y derechos de tres generaciones de cubanos, obligándoles al silencio, al paredón, al destierro, a la prostitución, a la destrucción de la familia, al hambre, al miedo como esencia de todo pensamiento.
Apuro porque estoy harta del descaro de los que se aprovechan de una manifestación convocada para exigir la libertad de Leopoldo López y los otros presos de conciencia y la utilizan para hacer propaganda electoral.
Propaganda de los mismos que han estigmatizado las ideas y acciones de Leopoldo, de Antonio Ledezma y de María Corina Machado, ésta última nuevamente vejada al impedirle -una de esas «Avispadas patotas» de la MUD- que hablara en la concentración del pasado sábado.
Propaganda de los que de la manera más vil han llamado «Atajos» al valor de miles de jóvenes que han ofrendado sus vidas en aras de la libertad. Al valor y entrega de políticos que han sido encerrados en horrendas mazmorras y negados sus derechos elementales.
Apuro porque deseo una Venezuela libre, sin la bota militar de generales infinitamente delincuenciales y civiles que se les unen en el crimen… Prisa apremiante por ver finalizado este tiempo de Tiranía Militar Corrupta con sus «patriotas cooperantes» rojos y de otros colores que disimulan su provechosa complicidad y su ruindad superlativa.
