Masaya, y en especial Monimbó, fueron ciudades clave para derrocar a la dictadura de Anastasio Somoza.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se ha mostrado como un «carnicero» y un «salvaje» en medio de la crisis sociopolítica que ha dejado más de 350 muertos desde el pasado 18 de abril, esta es la opinión del disidente sandinista Víctor Hugo Tinoco, que fue vicecanciller durante la primera etapa de Daniel Ortega como presidente nicaragüense (1979-1990).
Y critica con dureza al presidente después de que el Gobierno tomara este martes el control de la ciudad de Masaya, a unos 30 kilómetros de Managua, tras un intenso bombardero de más de 7 horas sobre la comunidad indígena de Monimbó que causó al menos tres muertos, según señalan activistas por los derechos humanos.
«Creo que Ortega ha culminado su guerra contra un adversario militar inexistente», apuntó Tinoco, en referencia a la toma de control este martes de la ciudad de Masaya por parte de las fuerzas gubernamentales.
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