Los fallecidos son miembros de la minoría Hazara

Son ya 100 los muertos y más de 200 los heridos por el ataque suicida contra una manifestación en Kabul

El ataque fue reivindicado por el autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés)

La presencia del ISIS era, hasta ahora, bastante limitada y estaba prácticamente confinada a la provincia oriental de Nangarhar

Un ataque suicida contra una manifestación pacífica en la capital de Afganistán ha causado este sábado 23 de julio de 2016 al menos 100 muertos y 231 heridos.

La mayor parte de las víctimas son de la minoría hazara, de la rama islámica chií, quienes eran los organizadores de la marcha. El ataque fue reivindicado por el autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).

A través de la agencia Amaq, vinculada al grupo yihadista, el ISIS indicó que «dos combatientes detonaron cinturones con explosivos entre una concentración de chiíes en la zona de Dehmazang en Kabul».

El Ministerio del Interior afgano, sin embargo, considera que el ataque «según la información inicial, fue llevado a cabo por tres suicidas» aunque el tercero de ellos fue abatido por las fuerzas de seguridad, explicó el Departamento en un comunicado.

La manifestación, que en el momento de las explosiones se estaba concentrando en la zona de Dehmazang, había reunido a cientos de personas.

El acto, que transcurría entre fuertes medidas de seguridad, se había organizado para protestar contra la exclusión de una provincia de esta minoría de un multimillonario proyecto eléctrico.

El presidente afgano, Ashraf Gani, se mostró «profundamente entristecido» por la matanza y aseguró en un comunicado que entre los fallecidos y heridos se encuentran «miembros de las fuerzas de seguridad y defensa», sin aportar más detalles.

«Celebrar protestas es el derecho de cada ciudadano de Afganistán y el Gobierno pone todos sus esfuerzos en proporcionar la seguridad, pero los terroristas entraron entre los manifestantes y llevaron a acabo las explosiones».

El portavoz de los talibanes, Zabaiullah Mujahid, se apresuró a negar cualquier relación de su grupo con el atentado a través de su cuenta oficial en Twitter.

«Condenamos cualquier ataque que cause división (…) Es algo que beneficia al enemigo».

La inestabilidad en Afganistán ha ido en aumento en los últimos años y los talibanes han ido avanzando en el control del país así como en la frecuencia y tamaño de los atentados en las grandes ciudades.

La presencia del ISIS era, hasta ahora, bastante limitada y estaba prácticamente confinada a la provincia oriental de Nangarhar.

Escalada de los ataques

De ahí que el ataque represente una escalada en las operaciones que ha venido llevando a cabo el ISIS en Afganistán.

La Dirección Nacional de Seguridad, la principal agencia de inteligencia del país, aseguró que el atentado fue dirigido por Abu Ali, un comandante del ISIS del distrito de Achin en Nangarhar.

El atentado parece dirigido, según el Ministerio, a sembrar la división entre los suníes y los chiíes, que conviven en armonía en Afganistán a diferencia de los que sucede en otros países de Oriente Próximo.

«Este tipo de ataques son un recordatorio de que el conflicto en Afganistán no se está reduciendo como algunos creen sino bien al contrario agravándose, con terribles consecuencias para la situación de los derechos humanos en el país que deberían alarmarnos a todos», advertía Amnistía Internacional en un comunicado.

El portavoz de la Secretaría de Estado de EE UU, John Kirby, aseguró que «este tipo de ataques sólo reforzarán nuestra resolución a continuar nuestra misión en Afganistán y reforzar el apoyo al pueblo y el Gobierno afganos».

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído