Antes le había roto una de las piernas y su madre no hizo nada
Un niño de 12 años de edad podría cumplir cadena perpetua en EEUU por matar a su hermano, de dos, a golpes. Cristian Fernández se convertiría así en la persona más joven en pasar toda su vida en prisión.
Cristian se encontraba cuidando de su hermano en su casa de Florida cuando lo golpeó con un mazo en la cabeza varias veces. El pequeño murió de una fractura en el cráneo.
Dos meses antes le había roto una pierna, en la misma casa de Jacksonville, donde vive la familia, de origen hispano.
Según publica el diario británico Dailymail, la madre, Biannela Susana, de 25 años, se la juzgará por negligencia, por dejar al bebé a cargo de Christian a pesar de los precedentes de ensañamiento con él, que todos conocían.
La historia de la familia pone los pelos de punta. El padre del pequeño asesino fue encarcelado por delitos sexuales tras haber dejado embarazada a la madre.
Esta dio a luz a Cristian a los 12 años de edad, y a los 14 tuvo que ser acogida con el bebé en servicios de asistencia porque el hijo andaba por ahí solo y desnudo.
La abuela, entonces de 34 años, estaba sumergida en las drogas.
El padrastro se suicidó enfrente de la familia para evitar ser detenido por abusar continuamente de Cristian.
Lo normal es que a Cristian se le juzgara en un tribunal de menores, y por tanto, en caso de ser considerado culpable de la muerte de su hermano, David Galarriego, ingresara en un centro correctivo hasta los 21 años.
En EEUU, como explica Emili J. Blasco en ABC, cada estado establece sus excepciones para casos singulares, y en Florida se le puede juzgar como a alguien mayor de edad debido a la gravedad del crimen imputado.
La fiscalía asegura que el asesinato de primer grado, que en un adulto lleva aparejada la cadena perpetua, fue cometido «con mucha reflexión», por lo que si quedara libre a los 21 años «aún no habría tenido tiempo de corregirse» y supondría un riesgo para la sociedad.