La pequeña de 10 meses se recupera afortunadamente de sus síntomas de deshidratación en el hospital de Shreveport, aunque podía haber sido peor.
Y es que el cadáver de su padre, Jason Fields, de 43 años, la había mantenido atrapada durante tres largos días en los que ningún vecino oyó sus llantos.
Al parecer el hombre sufrió un infarto en su casa de Luisiana, EEUU, y cayó muerto sobre la cama, donde ella se encontraba. La madre estaba cumplendo condena en la cárcel por robo.
En la vivienda se econtraba su hermano de 5 años, quien avisó a una vecina de que su padre estaba inerte en la cama pasado ese tiempo.
SORPRESA
La sorpresa fue cuando los sanitarios descubrieron que bajo el cuerpo en descomposición había una bebé.
La niña se recupera favorablemente en el hospital de Shreveport.