Berlusconi ha vuelto a salir del coche y se ha puesto de pie en el estribo buscando con la mirada a su atacante
Silvio Berlusconi ha sido agredido esta tarde en Milán al término de un mitin celebrado en la plaza del Duomo.
El agresor, un tipo de 42 años llamado Massimo Tartaglia, sin antecedentes penales pero con fama de desequilibrado, ha lanzado con extrema violencia un objeto metálico contra la cara de Berlusconi, cuando primer ministro italiano saludaba a sus seguidores y estaba a punto de entrar en el coche oficial para abandonar la plaza.
LAS PRIMERAS PALABRAS DE BERLUSCONI
«Me he salvado de milagro». Con estas palabras explicó Silvio Berlusconi al director de informativos del canal Tg4, Emilio Fede, sus sensaciones después de la agresión sufrida tras un mitin en la plaza del Duomo de Milán.
«Me ha dicho que se ha salvado de milagro -dijo el periodista-, porque un centímetro más y hubiera perdido el ojo. Naturalmente está dolorido, le han suministrado analgésicos y no cree sinceramente que se trate de una cosa de sólo 24 horas, porque tiene fracturado el tabique nasal, dos dientes rotos y heridas en los labios».
«Berlusconi está preocupado porque hay una excesiva atmósfera de violencia; no está asustado pero sí preocupado».
LA REACCIÓN DEL PRIMER MINISTRO
Los hechos se produjeron al bajar Berlusconi del estrado del mitin de su partido político, el gobernante Pueblo de la Libertad (PDL), retransmitido en directo por la televisión. El mandatario se acercó a saludar a la gente, momento que el agresor aprovechó para golpear a Berlusconi con un objeto contundente.
En las imágenes que ofrecen las televisiones se puede ver cómo Berlusconi reacciona al golpe, llevándose las manos a la boca y echándose al suelo, tras lo que se levanta para saludar a sus seguidores con los labios ensangrentados.
EL PARTE MÉDICO
Según un primer diagnóstico de los médicos que le atienden, el primer ministro ha sufrido una pérdida copiosa de sangre, una lesión lacero-contusa interna y externa en el labio superior, así como daños en los dientes y una fractura en el tabique nasal. En todo momento estuvo consciente.
Berlusconi fue sometido a un TAC (tomografía axial computerizada) como medida de precaución y por decisión médica será mantenido bajo observación durante las próximas 24 horas. Se prevé un tiempo de recuperación de 20 días.
Berlusconi, que recibió la visita de algunos de sus hijos en el hospital, dijo encontrarse bien.
El lider italiano salió de urgencias con una bolsa de hielo en la boca para ser trasladado a una habitación del centro médico.
EL AGRESOR ES UN TARADO
El agresor no es un ciudadano corriente. Llevaba diez años recibiendo tratamiento psiquiátrico en el hospital Policlinico de Milán.
El primer ministro, sangrando copiosamente por la boca y con un serio corte debajo del ojo izquierdo, ha sido metido en un primer momento en el vehículo.
Casi a la vez, los escoltas atrapaban al agresor. Berlusconi ha vuelto a salir del coche y se ha puesto de pie en el estribo buscando con la mirada a su atacante.
El gesto, muy propio de él, buscaba transmitir a sus partidarios que está bien y que no se dejará amedrentar por nadie.
INTENTO DE LINCHAMIENTO
La multitud ha intentado linchar al agresor, que ha sido protegido por los guardaespaldas del primer ministro.
Berlusconi ha sido trasladado al hospital San Rafael, donde se le han realizado pruebas médicas.
Las primeras noticias señalan que el primer ministro tiene dos dientes afectados por la agresión y algunos cortes en la cara, y que pasará las próximas 24 horas en observación.
CONDENA GENERAL
Todas las fuerzas políticas han condenado de inmediato el ataque, que el líder de la Liga del Norte, Umberto Bossi, ha calificado como un «acto de terrorismo».
La cita de Berlusconi con los milaneses se había anunciado como un baño de masas de reparación al primer ministro por la complicada situación, política y privada, que atraviesa desde hace meses.
En la plaza del Duomo, el Pueblo de la Libertad comenzaba la campaña de reparto de carnés entre los militantes.
UN MITIN VIBRANTE Y TENSO
Todo esto se produjo después de que Berlusconi hiciera varias de sus habituales bromas durante el mitin de su partido y arremetiera contra la «izquierda marxista» italiana y los jueces, un discurso que no ha hecho sino incrementar la crispación que vive parte del electorado italiano hacia su figura política.
EL VERBO DEL PRIMER MINISTRO
Cuando el político utilizaba el tiempo de su intervención para arremeter contra la oposición, un grupo de personas alzó la voz, le interrumpió y le profirió gritos de «payaso» y «dimisión», lo que hizo que Berlusconi elevara su tono y les gritara, hasta en tres ocasiones, «vergüenza».
«Veis aquí: hay chicos que protestan. Veis por qué estamos aquí y estamos en la calle, porque nosotros estas cosas no las haremos nunca con vosotros. Porque nosotros somos gente libre, tenemos un espíritu liberal».
«Nosotros os dejaremos expresar vuestras cosas en un diálogo entre nosotros. Por esto nos debemos diferenciar de vosotros, porque vosotros querríais transformar Italia en una plaza chillona, que insulta, que condena. Vergüenza, vergüenza, vergüenza».
En un acto que sirvió para entregarle el carné número 1 del PDL y en el que Berlusconi volvió a sacarse del bolsillo varias de sus habituales bromas, el primer ministro reivindicó los éxitos de su Ejecutivo en la lucha contra la mafia.
El ministro de Defensa, Ignazio La Russa, quien participó en el mitin del PDL en Milán, aseguró en declaraciones al canal de noticias Rai24 que el político había estado moderado «como nunca antes». «Si no se para la campaña de odio contra Berlusconi, las consecuencias pueden ser inimaginables», apuntó La Russa.
LA BRONCA CONTINUA
Inmediatamente despues de la agresión, los principales líderes políticos italianos, de uno y otro signo, salieron a condenar los hechos, que llegan tras varios meses en los que Berlusconi se ha visto envuelto en polémicas personales, políticas y judiciales.
El presidente de la República, Giorgio Napolitano, expresó a través de un comunicado de prensa su «más firme condena» a la agresion contra Berlusconi, al que transmitió su solidaridad.
No es la primera vez que ‘Il Cavaliere’ sufre la agresión de un detractor. El 31 de diciembre de 2004, un joven turista, Roberto Dal Bosco, lanzó a Berlusconi el trípode de una máquina fotográfica mientras Berlusconi daba un paseo en Roma.
El golpe, recordado en la página ‘Il Corriere.it, le provocó un pequeño hematoma detrás de la oreja.