Breivik acusa al presidente Zapatero de rendirse a los musulmanes y de haber llegado al poder gracias a Al Qaeda
Anders Behring Breivik, el demente ultraderechista de 32 años que perpetró la matanza de Noruega, ha revelado al juez que contó con la colaboración de «otras dos células» en la organización del doble atentado que ha conmocionado al país nórdico y al resto de Europa.
La juez, Kim Heger, le ha imputado dos cargos por terrorismo y ha ordenado investigar sobre estos supuestos colaboradores.
«La investigación debe seguir sin que el acusado influya en ella».
La juez ha decretado el aislamiento total (sin visitas ni acceso a medios de comunicación) de Anders Behring Breivik durante cuatro semanas.
SALVAR A NORUEGA
El criminal ha reconocido que participó tanto en la colocación del coche bomba en Oslo como en el tiroteo de la isla Utoyah, y que lo hizo para «salvar a Noruega y al norte de Europa de la amenaza marxista y musulmana».
La policía ha rebajado el número de víctimas a 76 (68 en la isla y ocho en la capital).
Uno de los ‘detalles‘ que más indignan a buena parte de la ciudadanía noruega, todavía atónita ante lo ocurrido, es que Breivik sólo podrá ser condenado, en el peor de los casos para él, a 21 años de cárcel, debido a la ‘tolerante, comprensiva e integradora legislación’ del país.
En la práctica, eso supone que sólo pasará tres meses entre rejas, por cada uno de los inocentes a los que arrancó la vida.
El ultraderechista e islamófobo permanecerá en completo aislamiento -sin recibir cartas, visitas o conceder entrevistas-, hasta el 22 de agosto, y al menos otras cuatro semanas en prisión preventiva, hasta el 26 de septiembre.
La fiscalía tiene la opción, no obstante, de solicitar la extensión de este período de prisión provisional para poder proseguir con la investigación.
El juez considera que estas medidas «no son desproporcionadas», dados los crímenes de que se le acusan y los riesgos de fuga y de que se pierdan evidencias.
Según medios noruegos, la intenciónel matarife de la isla de Utoya era personarse ante el juez con uniforme policial, tal como perpetró su matanza en el campamento de las juventudes socialdemócratas, aunque finalmente no se lo han permitido.
REBAJAS EN LAS CIFRAS
La policía noruega ha rebajado de 86 a 68 el número de víctimas mortales en la isla de Utoya, y ha elevado de siete a ocho los muertos por la bomba en el centro de Oslo, por lo que el balance definitivo se quedaría en 76.
Por el momento, se desconoce el motivo de la diferencia entre la cifra cerrada hace 48 horas y la actual. También ha trascendido que entre las víctimas mortales del tiroteo de Utoya está Trond Berntsen, un hermanastro de la princesa Mette-Marit.
De 51 años, Berntsen, policía de profesión, se había trasladado hasta la isla para colaborar en la seguridad privada. El hermanastro de la Príncesa habría muerto al enfrentarse con Breivik.
LA DESASTROSA ACTUACIÓN POLICIAL
La actuación de la policía sigue suscitando serias dudas entre la población. Un portavoz policial reconoció que llegaron tarde a la isla de Utoya porque no disponían de un barco con la capacidad necesaria para transportar al personal y al equipo capaces de hacer frente al asesino.
Tampoco disponían de helicópteros, según el jefe policial Sveinungn Sponheim, porque la base de los helicópteros se encuentra en el sur del país.
La policía trata ahora de averiguar si Breivik está conectado con algún grupo ultraderechista en el extranjero y si recibió ayuda de algún tipo.
Esas investigaciones han dado por ahora pocos resultados. Este domingo, 24 de julio de 2011, seis personas fueron arrestadas por haber colaborado con el joven noruego de 32 años y liberadas poco después sin cargos.
Por ahora, lo único que se sabe es que Breivik, vestido de policía, burló la escasa seguridad que controla las oficinas del Gobierno y colocó un coche bomba que mató a siete personas. Era solo una maniobra de distracción para desarrollar su auténtico plan.
Desde allí fue a la isla de Utoya, a una hora en coche del centro de Oslo, y armado de un rifle fue disparando a sangre fría a un grupo de jóvenes del Partido Laborista, que gobierna en Noruega desde 2005.
CRÍTICAS A ZAPATERO
En su manifiesto, colgado en Internet y de 1.500 páginas, Breivik acusa al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, de rendirse a los musulmanes y de haber llegado al poder gracias a Al Qaeda.
El asesino critica el acercamiento de España a los países árabes «tras siglos de ocupación y dura lucha para recuperar sus tierras», antecedentes que hacen «aún más difícil de entender» la actual política de inmigración en España, a su juicio.
El autor del doble ataque del viernes 22 de julio de 2011 acusa también a Zapatero, al que llama «comadreja apaciguada», de haber convertido a las Fuerzas Armadas en «una parodia» al nombrar como ministra a una mujer embarazada, Carme Chacón.
Con su designación, opina Brevik, Zapatero «dio a entender a todo el mundo que su país ya no tenía intención de defenderse«.