Los europeos tienen más impuestos que los norteamericanos y muchos más parados
En la misma línea que el candidato republicano Mitt Romney, su flamante escudero, Paul Ryan, le saca los colores a Europa.
En un libro que escribió en el año 2010, titulado Young Guns, acusaba a los europeos de ser «vagos», «mediocres», «caciquistas», «escasos de ambiciones»…
Su ensañamiento con el Viejo Continente se hizo notar en un artículo que escribió en Financial Times sobre la «esclerosis» que a su juicio sufría el «caduco» modelo europeo y a la que también podría «sucumbir» su país.
Aparte, en sus apariciones públicas, el joven aspirante republicano a ser vicepresidente de Estados Unidos suele mostrar fotografías de las manifestaciones griegas más violentas para ilustrar, por ejemplo ante el Congreso, cuáles serían las consecuencias si no se recorta el gasto público en su país.
«Los individuos (en Europa) se hacen menos ambiciosos, se preocupan más por su seguridad que por su libertad y les importa más recibir sus subvenciones del Gobierno que progresar y sacarle el máximo jugo a la vida».
E infiere Ryan:
«El resultado es que estos países tienen muchos impuestos y un desempleo persistente, acompañado de tasas bajas de productividad y crecimiento».
Ryan advierte sobre el peligro de caer «en la mediocridad en la que se han convertido las antes grandes naciones de Europa por el paternalismo del Estado del Bienestar».
«Tienen dos meses de vacaciones obligadas, pero tienen más impuestos y más paro».