La parte bajo administración helena va hoy a la zaga, recuerda el NYT
A finales de 2008, Grecia cerró un contrato con la empresa Cosco, un gigante del transporte marítimo propiedad del gobierno chino, para la concesión por 35 años de la terminal para contenedores del puerto de El Pireo.
Gracias a este acuerdo el país heleno no solo consiguió una importante inversión en tiempos difíciles -3.400 millones de euros-.
Además, este puerto del sudeste de Europa ha logrado prosperar gracias a la constancia en el trabajo propia de la sociedad china.
El volumen de carga es hoy tres veces el nivel que tenía antes de que el capitán Fu Cheng Qiu, fuese puesto en su cargo. Cosco arrendó medio puerto y lo convirtió rápidamente en un negocio que había languidecido bajo órdenes helenas, señala en un artículo el New York Times: «Under Chinese, a Greek Port Thrives«.
Con la llegada de los chinos, los sindicalistas griegos pusieron el grito en el cielo, acusándoles de importar las prácticas de trabajo propias del país asiático. Pero lo cierto es que la otra mitad del puerto que continúa bajo dirección helena va hoy a la zaga, con sus normas laborales arraigadas y sus salarios relativamente altos, añade el NYT.
«Todo el mundo aquí sabe que tiene que ser muy trabajador», señala el capitán Fu, bajo cuya vigilancia la parte china del puerto ha atraído a nuevos clientes, un alto volumen de tráfico y barcos más grandes.
En muchos aspectos, el gran cambio que ha impuesto Cosco es a lo que en conjunto debería aspirar Grecia si alguna vez quiere restablecer la competitividad de su economía, reducir su tasa de desempleo y evitar depender de sus socios europeos en los próximos años, piensa el NYT.
A medida que el gobierno griego contempla la privatización de activos estatales en un intento por reducir su gran deuda, podría ser tentador considerar el arrendamiento o la venta del resto del puerto a China.
Aunque lo más probable es que muchos griegos se muestren reacios a aceptar una merma de sus condiciones laborales y de protección.
Una visión diferente
«La labor sindical presionaría para que se mantuviera la protección de que han disfrutado», señala Vassilis Antoniades, el director ejecutivo de Boston Consulting Group en Grecia.
«Pero la inversión de Cosco, demuestra que bajo la administración privada, las empresas griegas pueden ser globalmente competitivas».
Muy diferente es la visión de Fu Cheng Qiu, que piensa que muchos deberían aprender de empresas como la suya.
«Los chinos quieren ganar dinero con el trabajo».
En cambio, en su opinión, demasiados europeos han llevado a cabo una existencia cómoda y protegida desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
«Querían una vida buena, más vacaciones y menos trabajo».
«Y se gastaron el dinero antes de que lo tuvieran. Ahora tienen muchas deudas».
Aparte de un puñado de directivos chinos, por otra parte, el funcionamiento de Cosco ha aportado alrededor de 1.000 puestos de trabajo para los griegos -en comparación con los alrededor de 800 que trabajan el muelle que está todavía bajo administración griega.
En la parte del puerto bajo gestión china el tráfico de carga se ha más que duplicado en el último año, a 1,05 millones de contenedores.
Cosco ha hecho una inversión de 388 millones de dólares para modernizar su base y poder manejar hasta 3,7 millones de contenedores el próximo año, lo que lo convierte en uno de los 10 puertos más grandes del mundo.
La parte griega, que sufrió una serie de huelgas en los tres años antes de la llegada de Cosco, ha sido forzada por la competencia china a buscar su propio camino hacia la modernización.