Diversas fuentes apuntan a Scola y Bagnasco como los mejor situados para ocupar la vacante que en breve abandonará Benedicto XVI
La sorpresiva renuncia de Benedicto XVI supone, lógicamente, su relevo al frente de la Iglesia católica. Nada más conocerse el adiós, empezaron a sonar nombres como posibles sucesores. Según expertos en asuntos del Vaticano consultados por La Gaceta, los principales candidatos son seis: Angelo Bagnasco, Angelo Scola, Angelo Amato, Mauro Piacenza, Jaroslav Duka y Timothy Michael Dolan. —SIGA LEYENDO EN LA GACETA—
Varios de ellos ocupan importantes cargos adonde llegaron porque el propio Ratzinger les nombró en los últimos años. Tienen perfiles muy diversos. Y hoy es prácticamente imposible apostar por uno.
En el último Cónclave, celebrado en 2005 tras la muerte de Juan Pablo II, se especuló muchísimo con que podría volver a haber un Pontífice italiano. Sin embargo, finalmente el elegido fue el alemán Benedicto XVI. Teniendo en cuenta los cargos que ocupan hoy, muchos en Roma ven como favoritos a Angelo Bagnasco, arzobispo de Génova y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, y Angelo Scola, arzobispo de Milán, una de las diócesis más importantes de Italia.
También suenan con fuerza, sin salir de Italia, los nombres de Angelo Amato y Mauro Piacenza. El primero de ellos trabajó muy cerca de Ratzinger como secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe; dato que al parecer le concede bastantes opciones. Por su parte, Piacenza es prefecto de la Congregación para el Clero, adonde llegó en mayo de 2007 porque así lo quiso el propio Benedicto XVI. Igualmente, crecen las especulaciones sobre la posibilidad de que por fin haya un estadounidense en el Trono de Pedro.
Hay dos cardenales de ese país muy bien situados: el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, y el arzobispo de Washington, Donald Wuerl. El nombramiento de un norteamericano sería muy simbólico hoy día, según las fuentes consultadas por este diario. Otros nombres que ya empiezan a sonar, aunque con menos fuerza, son los del arzobispo de Praga, Jaroslav Duka; el arzobispo de Manila, Luis Antonio Tagle, y el arzobispo de Viena, Christoph Schönborn.
Alguien que jugará un papel decisivo en la elección es el cardenal de Viena, Christoph Schönborn, “gran elector” que apoyó a Ratzinger en el último Cónclave. Sea cual sea el elegido por los cardenales en el Cónclave, está claro que a finales de marzo habrá una nueva fumata blanca y, con ello, un nuevo obispo de Roma al que mirarán millones de católicos en todo el mundo.
Angelo Bagnasco: Arzobispo de Génova. Miembro de las congregaciones de la Curia Romana
Nacido el 14 de enero de 1943, Angelo Bagnasco es arzobispo de Génova y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI). Ejerció durante 18 años de profesor de Metafísica y Ateísmo Contemporáneo y el 12 de junio de 2008 Benedicto XVI le nombró miembro de las congregaciones de la Curia Romana (la Congregación para las Iglesias orientales, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y de la Congregación para los Obispos). “Estamos cerca del precipicio”, dijo Bagnasco cuando Francia aprobó su proyecto de ley sobre el matrimonio homosexual. “Muchos países europeos que sancionaron leyes equivocadas sobre la vida, la familia, la libertad, no crecen en una civilización más humana y solidaria, sino más bien crecen en el individualismo y la regresión”, ha defendido Bagnasco en alguna ocasión.
Angelo Scola: Arzobispo de Milán. Estudioso de la familia cercano al Sumo Pontífice
El cardenal Angelo Scola, nació en 1941 en Milán, región de la que es arzobispo desde 2011. Con 30 años fue ordenado sacerdote y está vinculado con el movimiento Comunión y Liberación, que se presenta –según Benedicto XVI– como “una posibilidad de vivir de modo profundo y actualizado la fe cristiana […] con una espontaneidad y una libertad que permiten nuevas y proféticas realizaciones apostólicas”. Siempre vinculado a la docencia, Scola comenzó a trabajar en la Universidad de Roma como profesor de Teología antropológica en 1982, tiempo en el que se especializó en los estudios de Matrimonio y Familia en el Instituto Juan Pablo II. Es amigo personal de Benedicto XVI y autor de numerosas obras teológicas sobre bioética médica, antropología teológica, sexualidad humana y relaciones matrimoniales.
Angelo Amato: Prefecto y cardenal “Los santos son la sonrisa de Dios en nuestra tierra”
Juan Pablo II le asigna la Sede titular de Sila, con dignidad de arzobispo, el 19 de diciembre de 2002. Y le nombra secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde trabaja muy estrechamente con el por aquel entonces cardenal Joseph Ratzinger, quien ya convertido en Benedicto XVI le elige como prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos el 9 de julio de 2008. Dos años después, durante el Consistorio de noviembre de 2010, el Santo Padre le eleva la dignidad cardenalicia asignándole la Diaconía de Santa María en Aquiro. Aunque ha transcurrido más de un año ya, en España aún se recuerda la brillante homilía del cardenal Amato con motivo de la ceremonia de beatificación de 23 mártires de la persecución religiosa de 1936 en la catedral de la Almudena de Madrid.
Mauro Piacenza: Prefecto y cardenal .“Yo recuerdo y me vuelvo a enamorar de Dios”
El 13 de octubre de 2003 el Papa Juan Pablo II le nombra presidente de la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia. Es ordenado obispo el 15 de noviembre del mismo año por el cardenal Tarcisio Bertone. El 28 de agosto de 2004 es nombrado también presidente de la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra. El 7 de mayo de 2007 el Papa Benedicto XVI le encomienda la responsabilidad de la Secretaría de la Congregación para el Clero y el 7 de octubre de 2010 es elegido prefecto de la Congregación para el Clero y presidente del Consejo Internacional para la Catequesis, en sustitución del cardenal Claudio Hummes. El pasado 7 de abril, ante la Jornada Mundial de Oración para la Santificación del Clero, el cardenal Piacenza dirigió a todos los sacerdotes del mundo una carta de gran trascendencia.
Jaroslav Duka: Arzobispo de Praga. Un dominico que fue encarcelado por el régimen comunista
En abril de 2010, Jaroslav Duka se convirtió en arzobispo de Praga (República Checa). Nacido en 1943, adoptó el nombre de Dominik cuando entró en la Orden Dominicana. En 1970 fue nombrado sacerdote y en 1981 fue encarcelado por el régimen comunista checoslovaco por actividades subversivas. Desde 1998 estuvo a cargo de la diócesis de Hradec Králové, su ciudad natal. Está considerado como un hábil diplomático y tiene buenas relaciones con algunos políticos de su país. Es decir, posee unas grandes dotes para relacionarse. Siempre enfrentado a los comunistas, perdió el permiso estatal para ejercer su ministerio sacerdotal en 1975 y tuvo que trabajar como mecánico en la fábrica Skoda de Pilsen. Entre 1981 y 1982 estuvo encarcelado. Y tras la revolución de terciopelo (1989) impartió Teología en el seminario de Olomouc.
Timothy M. Dolan: Arzobispo de Nueva York. Un fuerte opositor del ‘matrimonio’ gay en Estados Unidos
El arzobispo Timothy Michael Dolan (1950, EE UU) fue ordenado sacerdote en 1976. En 2009 Benedicto XVI le nombró arzobispo de Nueva York y un año después fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos. El carismático Dolan ha sido muy crítico con la política anti-vida del presidente Barack Obama, especialmente tras el mandato que exigía que las instituciones religiosas adquirieran seguros de vida para sus empleados que cubran fármacos abortivos, la esterilización y la anticoncepción. Asimismo, es un fuerte opositor del matrimonio gay, al entender que “el único matrimonio es entre un hombre y una mujer; no podemos permanecer en silencio frente a palabras o hechos que minarían esa institución, piedra angular de nuestra sociedad”.