Hecatombe de la izquierda en las elecciones presidenciales

Le Pen gana en Francia y competirá en segunda vuelta con Macron por la presidencia de Francia

El candidato socialista Benoît Hamon ha reconocido su derrota y ha llamado a vencer al Frente Nacional

Socialistas y conservadores salen en tromba a apoyar a Macron para frenar a Le Pen

ACTUALIZACIÓN 23.21 H: El líder del movimiento En marche!, Emmanuel Macron, y la dirigente del Frente Nacional, Marine Le Pen, han confirmado las previsiones y han obtenido los dos primeros puestos en las elecciones presidenciales francesas, lo que les da acceso a una anómala segunda vuelta en la que no estarán ninguna de las dos grandes familias políticas.

Con 33,2 millones de votos escrutados –tres cuartas partes del total–, Macron figura con el 23,11 por ciento de los votos, ligeramente por encima de Le Pen, que habría obtenido el 23,08 por ciento, según datos del Ministerio del Interior recogidos por la agencia Reuters.

Por su parte, el candidato de Los Republicanos, François Fillon, aparece tercero, con un 19,81 por ciento de los sufragios, mientras que en cuarta posición figura el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa, con un 18,62 por ciento.


La ultraderechista Marine Le Pen, que disputará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas según las primeras estimaciones de voto, llamó hoy a «liberar al pueblo francés», ya que, a su juicio, «está en juego la supervivencia de Francia».

En un discurso grandilocuente en su feudo electoral de Hénin-Beaumont, en el norte del país, consideró que «el gran desafío en estas elecciones es la globalización salvaje» y opinó que con su acceso a la segunda ronda, su partido, ha «dado el primer paso para que los franceses lleguen al Elíseo».

Emmanuel Macron, candidato a las elecciones presidenciales francesas del partido centrista En Marcha, ha considerado en declaraciones a AFP que «hoy se ha escrito una nueva página en la vida política francesa».

«Los franceses han expresado su deseo de renovación. Nuestra lógica es sin embargo la de la unión, que perseguimos hasta las elecciones legislativas», ha declarado el exministro de Economía, de 39 años.

La ley francesa establece un sistema de votación en dos vueltas, salvo que en una primera ronda alguno de los candidatos obtenga más del 50 por ciento de los votos. Las urnas volverán a abrirse el próximo 7 de mayo, ya para elegir de forma definitiva al sustituto de François Hollande en el Elíseo.

El presidente electo obtiene un mandato de cinco años renovable, de tal forma que una misma persona puede estar hasta diez años consecutivos al frente de la jefatura de Estado. Hollande dio un paso atrás inédito en la V República al no aspirar a la reelección, sabedor de su mala imagen pública.

El pase a la segunda vuelta de Macron y Le Pen dejaría fuera de juego a las dos familias políticas que tradicionalmente se han repartido el poder en estos últimos años: Partido Socialista y Los Republicanos –antes Unión por un Movimiento Popular (UMP)–. Todos los sondeos realizados hasta ahora han vaticinado una holgada victoria final para el exministro de Economía en caso de ‘cara a cara’ frente a Le Pen.

TODOS CON MACRON

Macron, antiguo ministro de Economía del Gobierno de François Hollande, ha logrado un éxito sin precedentes con un movimiento de reciente creación, gracias a un programa de centro que le sitúa como opción moderada de cara a la segunda vuelta del 7 de mayo.

El aspirante socialista al Elíseo, Benoît Hamon, ha reconocido el «desastre» de su candidatura y ha pedido el voto para Macron. Según ha explicado, ahora es momento de establecer «una distinción clara entre un adversario político y una enemiga de la República».

También ve «clara» la decisión el primer ministro, Bernard Cazeneuve. «La presencia de una candidata de extrema derecha en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, 15 años después del impacto de abril de 2002, hace necesaria una posición clara y fuerte de todos los republicanos», ha afirmado, según BFM TV.

Para el ministro de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, «toda la izquierda, todos los republicanos deben movilizarse para votar por Macron, por Francia, por la República, por Europa».

APOYO CONSERVADOR

El programa centrista de Macron ha logrado aglutinar respaldos a uno y otro lado del espectro político. Ya contaba antes de esta noche con el apoyo explícito del ex primer ministro Manuel Valls, miembro del Partido Socialista, pero también con el de destacados dirigentes conservadores como Dominique de Villepin.

El candidato presidencial de Los Republicanos, François Fillon, se ha pronunciado claramente tras el cierre de los colegios. «No hay otra opción que votar en contra de la extrema derecha. Votaré, por tanto, a favor de Emmanuel Macron», ha anunciado, en una comparecencia en la que ha alertado de que «el extremismo sólo puede traer desgracia y división a Francia».

Jean-Pierre Raffarin, jefe de Gobierno con Jacques Chirac, ha llamado igualmente a «unirse detrás de Emmanuel Macron» ante la «mala noticia» que han dado las urnas, según declaraciones a France 2. La ola de apoyos a Macron también ha llegado hasta la época de Nicolas Sarkozy, con voces como las de los exministros Christian Estrosi y François Baroin.

LA ESPERANZA DE LE PEN

Las encuestas realizadas antes de esta primera vuelta ya vaticinaban que, en caso de que Macron y Le Pen se enfrentasen en un ‘cara a cara’, el ex ministro de Economía tenía todas las de ganar. El Frente Nacional es consciente del reto, aunque no tira la toalla.

El vicepresidente del Frente Nacional, Florian Philippot, ha llamado en France 2 a «todos los electores» a votar por Le Pen en la segunda vuelta, con una especial mención a quienes han respaldado en primera ronda al candidato de Los Republicanos, François Fillon.

VUELCO EN LA POLÍTICA FRANCESA

A juicio de los mejores historiadores de la V República, la victoria anunciada de Mariene Le Pen y de Emmanuel Macron en la primera vuelta anuncia un vuelco en la historia política nacional, con cuatro rasgos inéditos:

  • La extrema derecha se instala durablemente en el paisaje político nacional.
  • La derecha tradicional tendrá que «componer» con esa realidad inédita en la historia del régimen.
  • La extrema izquierda populista se instala por vez primera en la vida política nacional, relegando al PS a un humillante e imprevisible cuarto puesto en el «ranking» de la influencia nacional.
  • El socialismo francés sufre una de las derrotas más humillantes de su historia. Y deberá «componer» con una extrema izquierda de nuevo cuño.

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