Carecía de preparación para preparar una bomba como la que empleó

El asesino Salman Abedi había entrenado en un campamento terrorista en Libia

Scotland Yard trabaja sobre la tesis de que el fanático islámico fue ayudado por otros

El asesino Salman Abedi había entrenado en un campamento terrorista en Libia
Salman Abedi, el terrorista islámico que perpetró el ataque suicida en el estadio Manchester Arena. SA

Por el momento, cuatro hombres, uno de ellos el hermano del agresor, han sido detenidos en el sur de la ciudad británica por su relación con la masacre

Salman Abedi, el británico hijo del refugiados libios que en la noche del lunes 22 de mayo de 2017 se suicidó con una bomba y mató a 22 personas en un concierto en Mánchester, la mayoría jóvenes y niños, había sido entrenado en un campamento terrorista en Libia ( ¡Son niños joder!).

Como explica Luis Ventoso en ‘ABC’, este miércoles, tras el derrocamiento de Gadafi y la pésima gestión de la posguerra por parte de Europa y EE.UU, Libia es hoy un estado fallido, donde cooperan los terroristas de Al Qaida y Daesh que combaten a un frágil Gobierno.

Por el momento, cuatro hombres, uno de ellos el hermano del agresor, han sido detenidos en el sur de la ciudad británica por su relación con la masacre (Manchester: Terrorismo contra niños).

Según el testimonio de un conocido de Abedi al que ha accedido «The Times», Abedi «se marchó a Libia hace dos semanas y había vuelto hace unos días».

El terrorista, de 22 años, se había vuelto extremadamente religioso hace dos. Hace uno se dejó la barba y comenzó a vestir al modo islámico tradicional. Frecuentaba el Centro Islámico de Mánchester y la mezquita de Dibsbury, donde también oraban sus padres y sus tres hermanos. Abedi había comenzado a estudiar un grado de Empresariales en la Universidad de Salford, pero lo dejó.

El terrorista dejó una maleta en el vestíbulo de salida del Mánchester Arena, donde 21.000 personas habían acudido al concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, y la hizo estallar, provocando una terrible matanza, en la que murieron varios niños, entre ellos una de solo ocho años, Soffie Rose Roussos.

Abedi era conocido por la policía y los servicios de inteligencia del MI5 y comienzan a deslizarse las primeras críticas de por qué no fue debidamente controlado, o «monotorizado», como se dice en la jerga policial.

Los investigadores creen que carecía de preparación para preparar una bomba como la que empleó, que aunque casera era bastante sofisticada y terriblemente letal. Por eso todos los desvelos policiales se dirigen ahora a encontrar al terrorista que fabricó la bomba, pues es quien tiene la capacidad técnica de provocar una masacre.

De hecho, la ministra británica de Interior, Amber Rudd, ha reconocido hoy que «parece probable» que Salman Abedi actuara solo.

El hecho de que todo indica que contó con la ayuda de una célula terrorista es lo que llevó al Gobierno a elevar el nivel de alerta de «severa» a «crítica», lo que significa que un nuevo ataque terrorista puede ser inminente.

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