La marcha llevaba por lema “Bienvenida al infierno” y la policía de Hamburgo pide refuerzos para hacer frente a los antisistema
Los líderes de los principales países industrializados y emergentes que forman el G20 se reunen este viernes 7 de julio de 2017 y lo volverán a hacer el sábado en Hamburgo (Alemania) con el reto de afianzar la cooperación multilateral, sobre todo en materia climática y comercial, pese a ser una cita marcada por las tensiones con Donald Trump.
El presidente estadounidense tiene prevista su primer encuentro con su homologo Vladímir Putin, con la trama rusa como telón de fondo. El encuentro está previsto que ocurra a las 15.45, 15 minutos después de que arranque la discusión entre los líderes sobre el clima.
Todo, mientras en las calles se produce una brutal batalla campal entre policías y antisistema.
Hamburgo ha vuelto a arder este viernes, primer día de la cumbre que reúne a los líderes de los 20 países más industrializados y emergentes del planeta. Una treintena de detenidos y más de un centenar de policías heridos es el balance provisional de una cita, en la que la escalada de violencia en las calles no tiene visos de remitir.
La policía, que ha desplegado cerca de 20.000 agentes, ha tenido que pedir el viernes refuerzos ante la violencia ejercida por un nutrido grupo de los llamados militantes autónomos, dispuestos a hacer arder la ciudad.
La mayoría de las cerca de 10.000 personas que han participado en las marchas el jueves y el viernes lo han intentado hacer de forma pacífica, pero el asunto se les ha ido de las manos.
Riadas de manifestantes recorrieron desde primera hora de la mañana el centro de Hamburgo, después de una noche de violencia. El objetivo declarado era bloquear los puntos de acceso a la cumbre del G20.
Grupos de jóvenes vestidos de negro, muchos con capucha o con máscaras desfilaban en torno a las ocho y media por la mañana por una de las calles del centro. Un grupo desfilaba vestidos de payasos.
La esposa de Donald Trump, Melania, no pudo salir de su residencia por las manifestaciones y se perdió una visita programa de la ciudad con los conjugues de lo mandatarios.
El G20 de Hamburgo se ha convertido para la izquierda radical europea en una cita simbólica para un movimiento de protesta que busca un nuevo despertar. Donald Trump, Vladímir Putin o Recep Tayyip Erdogan son algunos de los invitados y bestias negras de los manifestantes que piden acuerdos globales más justos y un reparto más equitativo de la riqueza.
Entre los principales temas a discutir hoy sobresale la lucha contra el terrorismo, uno de los asuntos más polémicos de una agenda que también incluye el comercio mundial y el clima, con el rey Salman de Arabia Saudí entre las bajas más destacadas, que será representado por el ministro de Estado Ibrahim al-Assaf.
Una vez comenzadas las reuniones entre los líderes del G-20, el presidente chino Xi Jinping ha sido uno de los primeros en criticar la nueva postura de la Casa Blanca con respecto a su papel internacional. Este ha lamentado que las naciones “grandes”, sin dar nombres, reviertan la globalización y vuelvan al proteccionismo. Frente a esto, ha dejado claro que China está dispuesta a ocupar el vacío de poder y asumir el liderazgo.