El fútbol es un deporte en que juegan 11 contra 11 y siempre gana Alemania. Y las listas políticas de Forbes, también. Al menos en su vertiente femenina.
Por séptimo año consecutivo, Angela Merkel (63 años) vuelve a convertirse en la mujer más poderosa e influyente del mundo, según la revista «Forbes».
La canciller alemana ocupa el primer puesto de la lista, que contempla factores como la fortuna, la presencia en los medios y la influencia, sobre las 100 mujeres más importantes del planeta.
La mandataria, a la que califican como «líder de facto», «mantiene su posición tras la victoria en unas disputadas elecciones», aunque tendrá que seguir haciendo frente a la «crisis de la Unión Europea» y el «sentimiento antiinmigrante que hay en Europa», según la misma publicación.
También señalan que Merkel dirige la cuarta economía por PIB y el país, drigido por una mujer, más grande del mundo.
La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, figura en el segundo puesto de la lista «Forbes» por su liderazgo ante el Brexit. El tercero lo ocupa Melinda Gates, copresidenta de la Fundación Bill & Melinda Gates, que ha distribuido más de 40.000 millones en subvenciones y apoya a organizaciones en más de 100 países».
A la directora operativa de Facebook, Sheryl Sandberg, le han otrogado la cuarta posición por ser una de la mujeres ejecutivas más poderosas de Estados Unidos. Entre las cosas que ha hecho este año destaca su crítica a las «medidas contra el aborto».
En dicha lista solo hay un mujer con nombre español. Se trata de Ana Patricia Botín, hija del banquero Emilio Botín (57 años) y actual presidenta del Banco Santanter. La empresaria ocupa el puesto número nueve de la lista.
Una de las caídas más fuertes en el listado de este año ha sido la de otra mandataria política. Tras unos meses difíciles en los que fue derrotada en las elecciones por el presidente Donald Trump, Hillary Clinton ha descendido del puesto número dos al 65 que acupaba hace tan solo un año.
«La asombrosa pérdida de Hillary Clinton en la elección presidencial de 2016 dejó a muchas mujeres sintiéndose sin ataduras».
