Giro ideológico en el Órgano Judicial

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Bush propone juez conservador

PD / Agencias, Miércoles, 20 de julio 2005

El presidente de EEUU, George W. Bush, designó hoy a John Roberts candidato a juez del Tribunal Supremo, en sustitución de Sandra Day O’Connor, quien anunció su intención de abandonar el Tribunal tan pronto como fuera nombrado su sustituto. El juez, de 50 años, es desde hace más de dos años magistrado del tribunal federal de apelaciones del Distrito de Columbia, en Washington.

La designación de Roberts, que tiene una reputación de conservador, se produce veinte días después del anuncio de la renuncia de la juez moderada O’Connor, quien hizo pública su decisión el pasado 1 de julio.

El nombre de Roberts, graduado por la Escuela de Derecho de la Universidad de Harvard, había saltado al tapete el viernes pasado cuando formó parte de un grupo de tres jueces que dictaminó la legitimidad de los tribunales militares de Guantánamo, Cuba, para enjuiciar a terroristas extranjeros.

La realización de esos juicios había estado paralizada durante ocho meses a la espera de un dictamen judicial. Algunos legisladores habían señalado la necesidad de designar a una mujer en reemplazo de O’Connor, una conservadora moderada que en muchas ocasiones fue el voto decisivo en asuntos difíciles, como el aborto, las libertades civiles y la "acción afirmativa" de ayuda a las minorías.

El presidente Bush, que se ha entrevistado con varios candidatos al puesto y se reunió con los líderes del Senado que desempeñarán un papel decisivo en su confirmación, anunció su decisión a las 01.00 GMT del miércoles, hora de máxima audiencia televisiva en EEUU.

En el acto celebrado en la Casa Blanca, al que Roberts llegó acompañado por su esposa, Bush manifestó que el candidato a juez del Tribunal Supremo "es ampliamente admirado por su intelecto y sus buenas decisiones". El mandatario también manifestó su esperanza de que el proceso de confirmación de Roberts en el Senado se lleve a cabo de manera digna y positiva.

Inmediatamente después, el juez Roberts, quien se mostró "muy honrado" por la designación, agradeció a Bush la confianza que ha depositado en él. El juez tiene ahora que pasar las audiencias de confirmación del Senado, que son preceptivas para su toma de posesión.

El Senado, que en agosto próximo entra en periodo vacacional, anunciará "en los próximos días" la fecha en la que comenzarán estas audiencias. La Casa Blanca quiere que el nuevo magistrado esté en condiciones de asumir el sillón del Supremo cuando el Tribunal reanude sus sesiones en octubre próximo.

El Tribunal Supremo de EEUU está compuesto por nueve jueces y tiene un papel fundamental en la vida social y política de EEUU ya que, además de impartir justicia en última instancia, sus sentencias han sentado jurisprudencia en asuntos clave, como por ejemplo el aborto.

Este es el primer relevo que se produce en el Tribunal Supremo desde 1994, fecha en la que el entonces presidente del país, Bill Clinton, designó a Stephen Breyer magistrado. La batalla por la confirmación del nuevo magistrado se prevé dura, ya que mientras los conservadores no están dispuestos a que el Tribunal pierda su actual tendencia conservadora, los más progresistas consideran que ésta es la oportunidad de conseguir un mayor equilibrio ideológico en esta alta corte de Justicia.

John G. Roberts es considerado un jurista afable y de impecables credenciales conservadoras en los círculos legales de la capital. Nació en Buffalo (Nueva York) y se graduó como abogado en una de las instituciones más prestigiosas de EEUU, la Universidad de Harvard. Tras su graduación trabajó como asistente para el juez Henry J. Friendly en un tribunal de apelaciones y posteriormente para el ahora presidente del Supremo, William Rehnquist.

Posteriormente, ocupó el cargo de asistente del consejero de la Casa Blanca Fred Fielding durante el gobierno del entonces presidente del país, Ronald Reagan. Roberts entró a formar parte del bufete de abogados Hogan & Hartson en 1986 y después pasó a ser asesor legal del presidente George H.W. Bush, padre del actual mandatario.

El magistrado fue nombrado para el tribunal federal de apelaciones -donde desempeña su cargo actualmente- en 1992, pero la designación quedó en agua de borrajas con la llegada de Bill Clinton a la presidencia. Fue entonces cuando decidió regresar a la firma privada Hogan & Hartson, donde permaneció hasta el 2003, año en el que el actual inquilino de la Casa Blanca lo designó para el tribunal federal de apelaciones. Roberts está casado y tiene dos hijos.