Propinan 175 latigazos por concertar una cita gay por Internet

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Ahorcados en la plaza pública por homosexuales

Perdiodista Digital, Jueves, 24 de noviembre 2005

Pedro Zerolo, concejal de Madrid y el estandarte del PSOE en la comunidad gay española, califica de “brutal violación de los derechos humanos” la ejecución en Irán de dos jóvenes, cuyo único delito era ser homosexuales. El ahorcamiento, realizado en la plaza pública de la ciudad de Gorgan el pasado 12 de noviembre, ha sido denunciado por la organización internacional Human Rights Watch. Los dos hombres ejecutados eran iraníes y tenían 24 y 25 años.

“Desde el PSOE condenamos enérgicamente estos hechos y solicitaremos al Gobierno español que presente una protesta ante las autoridades iraníes por estas ejecuciones”, afirma tajante Zerolo.

El responsable socialista ha recordado que en el mundo hay más de 80 países que penalizan la homosexualidad y que algunos de ellos, como el caso de Irán, la castigan con la pena de muerte: “Es inadmisible que bajo cualquier creencia religiosa se puedan vulnerar los derechos humanos. Los fanatismos de cualquier religión, iglesia o secta conducen siempre al dolor y a la violencia, por lo que merecen siempre nuestra repulsa y condena”.

Mojtar N., de 24 años, y Alí A., de 25 fueron acusados de mantener relaciones sexuales, un delito -llamado lavat- que se castiga en Irán con la pena de muerte. El tribunal se basó en la sharía, una legislación que interpreta de forma extremista el Corán. El mismo principio rige en al menos otros seis países: Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Mauritania, Pakistán, Sudán y Yemen.

Explica Emilio de Benito en El País que la sharía establece que todas las relaciones sexuales con penetración entre dos hombres debe castigarse con la muerte. Si los contactos no han incluido la penetración, se penan con latigazos las tres primeras veces. En la cuarta, se aplica la pena capital, explica Human Rights Watch (HRW). La ejecución puede tener distintas formas: ahorcamiento como en Irán; decapitación como en Arabia Saudí, o lapidación como en Pakistán.

En el caso de las mujeres, rige un código parecido: latigazos las tres primeras veces, y ejecución la cuarta.

En el norte de Nigeria y en algunas regiones de Afganistán, también se lapida hasta la muerte a los homosexuales, según la Asociación Internacional de Lesbianas y gays (ILGA). En Afganistán la lapidación, tal y como se aplicaba durante el régimen talibán, consistía en enterrar a la víctima hasta el cuello cerca de una pared, y tirársela encima empujándola con un tractor o un tanque.

Además, otros 80 países castiga de alguna manera (cárcel, multas, penas corporales, destierro) las relaciones entre personas del mismo sexo, según la ILGA.

Entre ellos figuran países que castigan abiertamente la homosexualidad, y otros, como Egipto, donde las prácticas entre personas del mismo sexo no están tipificadas como delito, pero a los que las practican se les aplican otras figuras (escándalo público, conducta inmoral).

Fue el caso de los 52 participantes en una fiesta en un barco en el Nilo en 2001. De ellos, 21 fueron condenados a penas de cárcel en 2003. El resto quedó en libertad, pero alguno de ellos ha tenido que emigrar para evitar las presiones sociales y la persecución policial después de su detención.

De los siete países cuyas legislación incluye la pena de muerte para las relaciones homosexuales, sólo hay constancia de que la hayan aplicado en los últimos años Arabia Saudí e Irán. En julio pasado otros dos muchachos de 18 y 19 años fueron ahorcados en este último país por haber mantenido relaciones entre sí y con un chico de 13 años cuando tenían 17 y 18 años.

 Las organizaciones de gays y lesbianas afirman que las relaciones con el menor fueron consentidas, y que lo que en verdad se castigó no fue una violación, como adujeron las autoridades iraníes, sino las relaciones entre hombres.

El caso de Mojtar y Ali es sólo el último de los recogidos por la ONG. En 2003, la policía detuvo a un grupo de hombres que participaban en una fiesta en un domicilio privado en Shiraz. Según uno de los arrestados, fueron torturados para que dieran el nombre de otros homosexuales, pero finalmente fueron liberados con sólo una multa.

En junio de 2004, la policía de Irán usó Internet para contactar con hombres que querían mantener relaciones con otros hombres. Cuando las víctimas acudían a las citas, eran arrestadas. Uno de los detenidos, Amir, de 21 años, estuvo encarcelado durante una semana, al final de la cual fue condenado a 175 latigazos.

Hostigamiento policial

Recibió la condena en dos partes: cien latigazos primero y el resto después, cuando se recuperó del primer castigo. Una vez liberado, Amir fue mantenido bajo vigilancia y sometido a hostigamiento policial, por lo que al final decidió dejar su país, relata HRW.

Por último, en mayo de este año, una pareja fue condenada a muerte después de que la policía encontrara un vídeo donde se les veía mantener relaciones. HRW no ha podido comprobar si se trata de los dos hombres ejecutados la semana pasada, o de otras personas.