Zapatero manda a Manuel Chaves al IV Foro de la Alianza de Civilizaciones que se celebrará en Doha a partir de este 11 de diciembre de 2011.
El apaño viene a simbolizar a la perfección el ocaso y caída del relato zapaterista. La gran apuesta de la política exterior de Zapatero, abandonada por quien fue su principal creador e impulsor.
El presidente en funciones ha puesto como excusa para no acudir a Qatar el traspaso de poderes, pero tampoco la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha querido ir.
Así que la Alianza de Civilizaciones ha acabado en las manos de Manuel Chaves, lo que bien pensado es coherente con algunas de las decisiones que ha tomado Zapatero en los últimos dos años, como designar sucesor a Rubalcaba.
En todo caso, a buen seguro que Ban Ki-moon y Erdogan la echarán de menos.
UNA PERIPECIA RIDICULA Y COSTOSA
Fue tan sólo hace cinco años cuando ya el casi ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero impulsó junto a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, la conocida «Alianza de Civilizaciones», cuyo objetivo principal, en palabras del propio Zapatero en 2004 ante la ONU, era el de «profundizar en la relación política, cultural, educativa entre lo que representa el llamado mundo occidental y en este momento histórico el ámbito de países arabes y musulmanes».
La Alianza celebra su cuarta edición y, de nuevo, no contará con la representación del que fue su mayor impulsor. Es más que evidente que el proyecto expira y en el caso español lo hace tras tras un despilfarro de más de siete millones de euros.
En esta ocasión, la «Alianza de Civilizaciones» se celebra bajo el título «El diálogo intercultural como impulsor del desarrollo» y en ella se darán cita más de 108 estados y 22 organizaciones internacionales.
No es la primera vez que Zapatero no acude a una celebración de este gran foro intercultural. En la anterior edición, celebrada en Río de Janeiro, fue el ministro de Exteriores del momento, Miguel Ángel Moratinos, quien acudió finalmente a la cita en representación de España. En aquella ocasión, el presidente del Gobierno canceló, no sólo su intervención en dicha cumbre, sino también una reunión bilateral con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, debido a la mala situación que atravesaba en ese momento nuestro país.
En esta ocasión, a poco más de una semana para abandonar definitivamente su cargo, ninguna excusa ha llegado desde Presidencia para justificar su ausencia en la cuarta edición de la «Alianza de Civilizaciones».
Habrá que ver si en la siguiente edición, y ya sin ninguna labor que le impida ir, Zapatero acudirá al que fue su proyecto más personal como presidente en estos ocho años de gobierno.