Shirley Sotloff suplicó hace escasos días por su hijo asesinado, Steven. Ni caso. Pidió a los asesinos yihadistas que lo liberasen, que el no tenia ningún control sobre los asuntos internacionales.
Hablándole directamente al líder del Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, y llamándolo califa, le pide que «use su autoridad para perdonarle la vida».
También apeló a su rol como periodista y al hecho de que no tiene autoridad política:
«Como madre, le pido que por favor sea misericordioso y no castigue a mi hijo por asuntos sobre los cuales no tiene ningún control. Tengan piedad».
Desde que fue capturado en agosto de 2013, Shirley pidió a los medios que no hablaran sobre la desaparición de Steven, debido a que el ISIS le informó que en caso contrario lo asesinarían.
Pero sus propios captores ignoraron la orden y lo mostraron en el vídeo en el que ejecutan a James Foley, periodista de ‘Globalpost’.
«Es un hombre honorable y siempre ha tratado de ayudar al débil. No hemos visto a Steven en más de un año y lo extrañamos mucho. Queremos verlo en casa sano y salvo, y abrazarlo».