Todos los adjetivos descalificativos son pocos. La paliza propinada por un profesor a un alumno en una mezquita de Arabia Saudí, en las últimas horas, clama al cielo; el de todos si es que existe.
El iracundo de turno golpea sin piedad al pobre niño porque no sabe recitar bien el Corán, ante la aterrorizada mirada de sus compañeros de clase, que rezan para no ser los siguientes.
Látigo o vara en mano -que tanto da- le azota y le lanza por los aires, para ir tras él y rematar la faena.
El vídeo se ha hecho viral, y las autoridades de ese país, -quizás solo para salir del paso-, dicen que investigan los hechos.
Así se las gastan esos salvajes…