Gritos, desesperación y pánico. Muertos de miedo, antes de estar muertos de verdad. Y eso que durante cinco años, mientras decapitaban cristianos, esclavizaban sexualmente niñas yazidíes y torturaban prisioneros, se hartaron de proclamar que mataban para ir lo más rápidamente posible al paraiso de Mahoma.
Así fueron los últimos minutos de un grupo de terroristas del Estado Islámico (ISIS) mientras intentaban huir de una emboscada de las fuerzas sirias de Bashar al Assad y de los extremistas libaneses de Hezbollah, aliados de Damasco.
Los yihadistas improvisaron un tanque para escapar, en medio del fuego cruzado. Las imágenes fueron captadas por una cámara GoPro que portaba uno de los facinerosos y que en su terror, ni se acordó de desconectar.
Entre gritos y visiblemente aterrados por la situación, uno de los miserables da indicaciones a los otros cinco yihadistas, intentando adivinar por dónde les están atacando y de dónde provienen los balazos.
Después de avanzar unos metros, y al ver que se encuentran completamente acorralados, el fanático del Estado Islámico utiliza una radio para pedir refuerzos. Grita como un cochino de puro miedo.
Apenas logra dar un par de indicaciones al conductor del tanque cuando un misil impacta contra su blindado casero, matando en el instante a los yihadistas.
Según el Daily Mail, el combate tuvo lugar en una zona fronteriza entre Irak y Siria, donde los asesinos musulmanes apenas controlan ya una pequeña franja de desierto.
