El Ministerio de Medio Ambiente extremará la vigilancia en el cinturón verde de Madrid, para evitar errores como el que ha permitido la construcción de un hotel dentro del Parque Natural de Cabo de Gata.  Uno de los proyectos que serán analizados con lupa es la construcción en el municipio de Boadilla de 219 chalés de lujo, en lo que los ecologistas califican de “bosque de encinas centenarias”. Es muy probable que el proyecto siga adelante, aunque a partir de ahora será extrechamente vigilado por Medio Ambiente.

La organización ecologista Greenpeace considera "muy positiva" la decisión del Ministerio de Medio Ambiente de comenzar de inmediato los trámites de expropiación del hotel que se construye en la playa del Algarrobico, en Carboneras, dentro del Parque Natural de Cabo de Gata, y entiende que medidas similares deberían adoptarse en otros sitios.

Aunque  el alcalde de Boadilla, Arturo González, miembro destacado del PP, sostiene que la parte de la finca con mayor arbolado pasará al municipio, “lo que garantiza su preservación”, los grupos ecologistas agrupados bajo el paraguas de Ciudadanos contra la Especulación,  denuncian que la actual expansión urbanística no está facilitando el acceso a la vivienda y deteriora aceleradamente el entorno natural y la calidad de vida de la gente común y corriente.

Miembros de Boadilla Ecológica temen que el proyecto de AZATA SA, que lleva como nombre La Alcazaba de Boadilla, “sea el primer mordisco al monte”. Ponen como ejemplo lo ocurrido al otro lado, con el humedal al que iban gran cantidad de aves en verano, y que ahora se llama Urbanización Los Fresnos, pegada al campo de golf de Majadahonda.