Estados Unidos, Australia,
China, Corea del Sur, India y Japón, que en conjunto emiten el 48
por ciento de los gases contaminantes de la atmósfera, se reúnen
mañana en Sydney para buscar juntos energías alternativas limpias.
La Asociación de Asia y el Pacífico sobre Clima y Desarrollo
Ecológico se estrenará a nivel ministerial durante dos días de
sesiones que se celebrarán en un hotel de Sydney.
Los debates estarán presididos por el secretario de Energía de
Estados Unidos, Samuel Bodman, y por el ministro australiano de
Industria, Ian Macfarlane.
La conferencia se desarrollará en medio del escepticismo de los
ecologistas, que consideran esta iniciativa de estadounidenses y
australianos un gesto "inútil" y un "pacto para hacer nada", en
palabras del Consejo de Conservación de la Naturaliza de Nueva Gales
del Sur, una plataforma que representa a más de 120 grupos "verdes".
Stephanie Long, de la organización Amigos de la Tierra, acusó a
Australia de utilizar esta nueva asociación para destruir el trabajo
del Protocolo de Kyoto y para desviar la atención de la pasividad
del Gobierno australiano sobre el cambio climático y asegurarse su
mercado de carbón en Asia.
El ministro Macfarlane se mostró mucho más optimista en las
posibilidades de este proyecto del que llegó a decir que "con las
nuevas tecnologías de podrá reducir tres veces más cantidades de
gases contaminantes que con el Protocolo de Kyoto", según las
declaraciones recogidas por la cadena "ABC".
El Protocolo de Kyoto, que nació en 1997 y entró en vigor en
febrero del 2005 tras ratificarlo Rusia, actúa contra las emisiones
de anhídrido carbónico, dióxido de carbono, metano, óxido nitroso,
hidrofluorocarbono, perfluorocarbono y hexafluoruro sulfúrico, que,
según los científicos, crean el efecto invernadero, el aumento de la
temperatura y la destrucción de la capa de ozono.
A diferencia de este protocolo que establece un calendario y un
cupo de emisiones, la Asociación de Asia y el Pacífico sobre Clima y
Desarrollo Ecológico no pretende establecer prohibiciones sino
encontrar energías no contaminantes.
"Vamos a asegurarnos de que se aprovecha cada posibilidad para
que la asociación entre el sector público y el privado avanza, de
que producimos resultados y se reducen los gases contaminantes en
todo el mundo", añadió Macfarlane.
A pesar de sus palabras, el propio ministro australiano descartó
que en esta primera reunión de dos días pudiera concluir con una
agenda de medidas y fechas concretas.
A los debates asistirán, además de los ministros y altos
funcionarios, 120 observadores y representantes de 60 empresas,
entre ellas el Grupo Río Tinto, la petrolera australiana Woodside
Petroleum y la distribuidora Origin Energy.
La prensa australiana incluye en la lista de participantes a la
suiza Xstrata, Alcoa, Chevron Corp, Peadbody Energy, American
Electric Power, Japan Iron and Steel Federation y a la india Matinal
Termal Power.
Catherine Fitzpatrick, de Greenpeace, vaticinó que "el debate
estará dominado por las compañías productoras del carburantes
fósiles como Río Tinto o BHP Billiton", comentario con el que
descartó la posibilidad de acuerdos positivos para el medioambiente.