La secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Montserrat Gomendio, ha avanzado en el Senado que la reforma prevista sobre la regulación de la Universidad contemplará «evaluaciones y sistemas de rendición de cuentas» para medir la «producción científica, calidad docente y transferencia de conocimiento a las empresas».
En una comparecencia en el Senado, Gomendio ha explicado que, tras pedir informe a un grupo de expertos sobre la situación de la Universidad, la reforma se encuentra «en fase de diálogo» y «no hay decisiones finales» más allá de una: dar más flexibilidad a las universidades, conforme han solicitado «algunas comunidades autónomas y algunos rectores».
«De todo este debate mantenido sólo tenemos una decisión muy general tomada y tiene que ver con dotar de mas flexibilidad al sistema y evitar las rigideces para aspirar a la excelencia y que pueda desarrollar su labor dentro del marco de autonomía. A cambio, evaluaciones y sistemas de rendición de cuentas más eficaces que los actuales, no sólo en el ámbito financiero, sino en cuanto producción científica, calidad docente y transferencia de conocimiento a las empresas», ha explicado.
La secretaria de Estado ha aclarado que estas evaluaciones irán dirigidas a medir «el rendimiento de la producción científica de los departamentos, el rendimiento de la labor docente y el de la transferencia de la tecnología», no los resultados académicos de los estudiantes como sí hacen las evaluaciones implantadas con la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) en la educación básica.
Sobre la reforma, ha dicho además que «el planteamiento es de diálogo igual que con la LOMCE, pero en este caso se ha trabajado de forma distinta» porque se constituyó el citado comité de expertos y a partir de sus propuestas, «se han constituido grupos de trabajo con profesores, comunidades autónomas y sindicatos» que en la actualidad «siguen en marcha» sin que haya «conclusiones específicas por el momento».
No obstante, ha apuntado que en estas reuniones «se ha planteado la conveniencia o no de mayor participación; de un acceso de personal a la universidad a través de contratos laborales y vías más flexibles, no sólo a través del funcionariado; de incrementar la sustancialmente la financiación privada en las universidades y considerarla complementaria a la financiación pública».
Sobre este asunto, Gomendio ha destacado que el sistema actual «es insostenible». «La Universidad ha experimentado un crecimiento enorme hasta 1,5 millones de alumnos y por tanto, hay que reevaluar el sistema de financiación para que sea sostenible», ha señalado.
En esta línea, ha citado ejemplos de países como Finlandia, donde «la mayor parte de la financiación viene del Estado pero los ciudadanos pagan muchos impuestos» o «Estados Unidos e Inglaterra, donde las tasas han ido incrementándose y cuentan con un sistema de préstamos que sólo se devuelven si consiguien un trabajo con un salario por encima» de un nivel determinado.
«Quienes dicen que invierte poco España, no es cierto. Pero hay que buscar un modelo sostenible porque el que tenemos no puede soportar el crecimiento de los alumnos que experimenta la Universidad en los últimos 25 años», ha asegurado la número 2 de Educación.
