Sus progenitores no estaban, y se lo habían dejado a cargo de un familiar que estaba dormido
Amén de ser un conductor precoz, el niño de tres años es todo un artista en el fino arte del disimulo. Y es que tras robarle tan campante el jeep a sus padres, se puso a ver los dibujos animados como si la cosa no fuera con él. Antes lo había estrellado.
El escenario del suceso fue Oregon, en EEUU, donde salió de la casa vistiendo únicamente pañales, subió al Jeep de la familia y encendió el motor.
Según vecinos que atestiguaron la travesura, el Jeep avanzó calle abajo y cruzó una intersección hasta que dio con la pared de una vivienda. Afortunadamente sólo causó daños menores.
INVESTIGACIÓN
Tras el incidente, la Policía acudió a la casa del menor para investigar y entonces encontró al niño sentado en un sillón de la sala viendo caricaturas, «como si nada hubiera pasado».
El pequeño informó a los agentes que sus padres no estaban y que había sido dejado a cargo de un familiar, Brennan Pennington, de 22 años de edad, que en esos momentos permanecía dormido.
Las investigaciones continúan, la Policía buscará responsabilizar a los padres o al ‘niñero’ por los daños a la casa vecina.