La demanda de paternidad de Alberto Solá a Don Juan Carlos ha llegado a la Sala Civil del Tribunal Supremo después de un recorrido que comenzó en un juzgado de Primera Instrucción.
La recepción de la demanda en el Alto Tribunal se debe a la peculiar situación que vive el monarca tras hacerse efectiva su abdicación el pasado 19 de junio.
La demanda de Solá fue desestimada por el Juzgado de Primera Instancia número 34 de Madrid, lo que llevó a que el demandante interpusiese un recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid.
En virtud de la Ley Orgániza 4/2014, que aforaba a Don Juan Carlos al considerar que ya no podía cobijarse bajo el paraguas de la inviolabilidad del Jefe del Estado, el procedimiento judicial debía pasar al Supremo para que decidiese al respecto.
Según El Mundo, la decisión del Supremo sienta doctrina, ya que se debate acerca de si dicho aforamiento tiene que afectar también a asuntos incluidos en el Derecho de Familia.
En cualquier caso, la «patata caliente» de los presuntos bastardos reales es de las que queman.
Fuentes judiciales insisten en señalar que la desestimación no podría evitar que, tal y como andan las cosas, se agitase el fantasma de un arreglo para «salvar» a Don Juan Carlos.
El panorama no es mucho mejor si se admite a trámite la demanda, ya que, a la espera de aclararse la cuestión, dejaría muy tocada a la figura del monarca saliente.
Y todo con un asunto muy delicado y que presenta aspectos demasiado vidriosos.
