Creando ropa para todo tipo de mujeres y no para edades concretas

Lola Herrera se lanza al mundo de la moda y muestra su faceta como diseñadora

Lola Herrera se lanza al mundo de la moda y muestra su faceta como diseñadora
Lola Herrera: No hago ropa mayores, hago ropa para mujeres EUROPAPRESS

La actriz Lola Herrera se ha lanzado al mundo de la moda y nos presenta su faceta como diseñadora. La actriz, que puede con todo, comienza este nuevo proyecto para diseñar ropa sin edad determinada, si no «para mujeres». Y es que, radiante como siempre, la actriz no ha dudado en mostrar su apoyo en el terreno amoroso a su compañera, María Teresa Campos.

– Lola ¿cómo surgen los diseños?
– Yo soy una mujer imaginativa, me dedico a una profesión en las que la imaginación tiene que estar ahí. Pienso en las cosas sencillas, cosas que yo me puedo poner, porque yo esto lo hago para mí y luego para comercializar mínimamente. Tenemos colecciones muy pequeñas y caprichosas, pero útiles. Prendas que te puedes poner y no tiene edades, porque tenemos una modelo espectacular joven, que le queda fenomenal, pero también lo puede llevar una mujer como yo. Todas las cosas se pueden poner pero para todas las edades. Quería dejar claro que yo no hago una ropa para mayores, yo hago una ropa para mujeres.

– Parece que llegadas a un edad tenemos que vestir de una forma.

– Es que no hay donde elegir. Con esto vas con un rigor y una seriedad, pero lo que tú te pones se lo puede poner la misma señora.

– ¿También hay de fiesta?
– Lo de fiesta es como un fondo de armario que nosotros tenemos permanentemente. Son cosas muy sencillas pero con un toque. Usamos mucho el satén, swarovski. Para las Navidades tienen que llegar cosas. Son cosas para todo el año. También tenemos algo de bisutería, terciopelo.

– ¿Cómo surgió la iniciativa?
– Surgió de casualidad, a mi hacía mucho tiempo que la gente me preguntaba, hacía años, donde me compraba la ropa me animaban mis amigos a diseñar, no tenía tiempo pero surgió que nos agrupamos cuatro personas, y pusimos en marcha la empresa. Yo dije que iba a hacer mi ropa para compartirla con quien quiera y le guste. Empezamos con mucha impresión digital, se fue modificando con el tiempo, vamos aprendiendo muchas cosas, empezamos en plena crisis, hace tres años, no hemos podido prosperar mucho, tenemos un manojito de clientas que siguen viniendo a por más cosas y estamos con la esperanza de crecer, cuando se pueda crecer. Aunque sea un poco. Lo justo para que esto sea una empresa que pueda cubrir sus gastos.

– ¿Lo va haciendo?
– Bueno, estamos aquí porque se va manteniendo, pero claro hay una inversión inicial.

– ¿La respuesta?
– Yo estoy muy contenta, y también porque hago lo que me gusta hacer. Es como un complemento de mi trabajo, porque esto también necesitas creatividad, contagiar a otras mujeres, que se quiten el pudor de ciertas cosas. No tienen que ponerse lo que está mal porque encuentran para ponerse. Dependiendo del tamaño y no de la edad hay cosas en las tiendas o no hay, pero sobre todo para la gente que tiene una edad eso es imposible.

– ¿Cómo viste Lola Herrera?
– Pues de una manera muy sencilla, todo me sirve para todo, para combinar. Puedes llevar cuatro cosas en una maleta, e ir de mañana, de tarde y de noche. Y no ir ni vestidísima, ni mal vestida, ir bien, que es de lo que se trata. No ostentosa, pero con un punto de gracia, de desenfado y al mismo tiempo con una base clásica.

– ¿Qué prenda va siempre en esa maleta?
– Pantalones, porque yo uso pantalones con goma en la cintura, no me gusta que me apriete nada. Entonces pantalones monos, estrechitos y luego ya conjuntar las tonalidades. Ahora se lleva mucho el despropósito, a ver que me pongo que no tenga nada que ver lo uno con lo otro, a mi eso no me gusta nada. Las que somos pequeñas, nos divide, si unificas te da otro aire.

– ¿Qué dice Natalia de esta línea?
– A Natalia le gusta mucho, le gusta mucho como viste su madre. Las cosas que tengo aquí son hechas con la idea de usarlas yo. No me salgo de la línea, ni quiero salirme. He tenido propuestas de empresas, pero yo no tengo volumen ni tiempo, ni infraestructura empresarial, ni nada de nada. Somos unos recién nacidos en época de crisis, estamos ahí batallando como todo el mundo.

– ¿De dónde sacas el tiempo energía, no paras?
– No lo sé, un día me dará un perrenque, porque corro mucho, mis hijos me riñen todo el tiempo, porque dicen que no puedo hacer tantas cosas. Pero la verdad es que soy una hiperactiva, no me puedo estar quieta.

– ¿Sentadita en el sofá?
– Me moriría en tres días. Necesito estar activa, me gusta estar activa me canso como se cansa todo el mundo. Yo veo gente con veinte años que está agotada de no hacer nada, entonces yo estoy en marcha continuamente. Me organizo bastante bien los tiempos, cuando tienes tantos años tienes que distribuirte bien y tomar tus reposos, tus descansos.

– ¿Ese es tu secreto?
– Sí, organización. Mi profesión ha creado un poso de disciplina. esa disciplina luego la puedes usar para muchas cosas, por ejemplo para ordenarte el tiempo.

– ¿Tiempo para el amor, como Teresa Campos?
– Anda ya, anda ya, el amor. Me encanta que Teresa este enamorada y que lo diga, y que se ría de la gente que no lo pueda entender porque tiene todo el derecho del mundo a enamorarse. Pero yo no, no digo de esta agua no voy a beber, pero me encuentro muy bien sola, yo le he cogido un gusto de muchos años.

– ¿Y por las noches?
– Encantada, yo cierro la puerta y es que no hay un ruido en mi casa más que el que yo hago. Y luego que me pongo música, me pongo música la que yo quiero, que quiero ver un programa, nadie me dice que vea otro, veo el que yo quiero.

– ¿La compañía de contar algo?
– Sí, sí. Pero no ha surgido algo que me haya fascinado para poder convivir, y tener una historia. Estoy fascinada con otras cosas, tengo que hacer muchas cosas, y todo no es el amor, el de pareja, porque amor tengo para dar y tomar. No me imaginaba que me preguntaras por el amor (risas).

– ¿Cuál es tu meta a corto plazo?
– Mi meta hacer una empresa con una base de una clientela, que permita que la empresa camine, que sea algo exclusivo, que yo lo pueda controlar, que no se diluya. Yo no he ehcho ropa por vender ropa, yo he hecho una ropa con un sentido, si lo ampliara no tendría sentido, se perdería el concepto y lo quiero conservar.

– Nos alegramos, enhorabuena.

– Gracias.

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