Las grandes estrellas cuentan con millones de fans que no solo les siguen a través de los medios de comunicación o sus propios eventos sino que también tienen contacto con ellas a través de las redes sociales.
En este sentido, las cifras de seguidores son impresionantes. Kim Kardashian, por ejemplo, cuenta con más de 22 millones de seguidores en Instagram; Rihanna con 13 millones y Justin Bieber con más de 20. Sin embargo, ¿son reales todos estos seguidores?
La citada red social de fotografías se dio cuenta de que contaban con demasiados y se propuso hacer una revisión de estos para comprobar si eran usuarios reales o simples cuentas falsas. El resultado (y la purga) ha sido sorprendente: Rihanna, al igual que Kim Kardashian, ha perdido más de un millón de seguidores, Katy Perry unos 300.000 y la presentadora de televisión Oprah Winfrey, cien mil.
EXPLICACIÓN
Una circunstancia que tiene su explicación. Según cuenta Michael Heller, CEO de Talent Resources, en Page Six, para estas estrellas la carrera por tener más seguidores es barata: «Por 30 dólares (unos 24 euros), pueden tener 1.500 más».
Para este experto, resalta la penosa competitividad de las celebrities, que se habrían gastado miles de dólares en este tipo de asuntos. Y avisa que la próxima purga podría llegar a Twitter.
