Tras su debut sobre los escenarios el pasado año, Marc Clotet vuelve al teatro con «Tengo tantas personalidad que cuando digo te quiero, no sé si es verdad». Un título que poco tiene que ver con él, ya que el actor asegura que le cuesta mucho decir «te quiero» y que si lo dice es porque lo siente. Algo así debe sentir por la también actriz Natalia Sánchez, junto a la que mantiene una relación desde hace más de un año.
Debutó sobre las tablas junto a ella y desde ese momento se han vuelto inseparables, aunque son bastante discretos y no suelen dejarse ver juntos. Marc Clotet cambió en su día el mundo de la empresa por el de la interpretación y desde ese momento no ha dejado de trabajar, una trayectoria que pasa por el cine, la televisión y que repite en el teatro.
CHANCE: ¿Con qué se va a encontrar el público en esta obra?
MARC CLOTET: Van a conocer a un autor. Es una obra que describe el pensamiento de una persona, su filosofía y su manera de hacer las cosas. Max Aub es interminable, todo lo que ha escrito y compuesto. Que este todo en una obra es imposible, hay distintas piezas que hacen de hilo conductor. Habla de la importancia que tiene la igualdad, es un bombardeo de pensamientos de él. Es como ir al circo y que te empiecen a soltar textos preciosos.
CH: ¿Qué te atrajo del proyecto?
MC: Al autor lo conocía por encima, del colegio. Lo primero que me atrajo fue el texto, vi que era Max Aub pero ni me acordaba. Al ponerme a leerlo vi que era muy chula. Después conocí al resto de actores y dije que sí. Siempre soñaba con actuar en el CDN y después en el Matadero, veo que mis sueños se están cumpliendo. Dicen que es importante proyectar lo que uno quiere.
CH: No tienes un personaje fijo, son varios
MC: He intentado crear una línea que conduce a la historia. Una persona que está esperando al amor de su vida, lo espera y encuentra varias formas que le sorprenden y que va leyendo en un libro. El personaje se enamora locamente de una chica y después se lleva un batacazo cuando se entera de que es judía, porque él pertenece a las juventudes hitlerianas. Es una escena que se queda inacabada, Max Aub lo hace así, plantea el problema y el saber cómo acaba no merece la pena. El problema es que eso sigue vivo, abres el periódico y lees que en Estados Unidos han matado a alguien de color de un disparo.
CH: Esta es tu segunda obra de teatro, ¿La vives de manera diferente?
MC: Sí, porque creo que cada cosa te transporta a un lugar, pero los nervios no desaparecen. Creo que incluso estoy con más responsabilidad. El exponerme ante el público me da un subidón que me atrapa a esta profesión.
CH: Jugando con el título de la obra, ¿Eres de los que fácilmente dicen «te quiero» o te cuesta?
MC: Me cuesta mucho decir te quiero, si lo digo es porque de verdad lo siento. Al final acabas queriendo a pocas personas, el querer implica mucho y para que eso pase tienen que darse muchas circunstancias.
CH: Estás muy centrado en el teatro, ¿Qué tiene que te ha enganchado tanto?
MC: Esa droga de la interpretación. En esta disciplina no te puedes esconder en ningún momento, no hay toma dos, sales y tienes que brillar con lo que te pase ese día. Me apetecía mucho hacer teatro y justo me han surgido oportunidades.
CH: Además de trabajo, el teatro te ha traído otras cosas, has encontrado el amor
MC: Sí, soy muy feliz (ríe).
CH: Pasaste de empresario a actor, ¿Alguna vez te has arrepentido del cambio?
MC: Siempre hay momentos en los que la inestabilidad te hace replantearte en qué habría pasado de la otra manera. Son momentos puntuales, cuando tienes un día de bajón. He encontrado mi pasión, lo que más me gusta en este mundo. Toco madera porque he tenido la suerte de enlazar unos proyecto con otros. Son cosas que te planteas y la respuesta nunca es arrepentirse, sino que doy gracias por poder dedicarme a esto. Hay que intentar trabajar y sino generar proyectos, esa parte creativa me encanta. No todo es esperar a que te llamen.
CH: ¿Te ves dirigiendo?
MC: Sí, en un futuro sí. Con mi hermana Aina que también es actriz. Pensar cosas que nos gusten y lanzarnos a hacerlas.
CH: ¿En qué consiste el proyecto que ha impulsado tu padre para recaudar fondos en la lucha contra el SIDA?
MC: Se llama «Epidemia The game», es el primer juego que se ha lanzado a nivel mundial para recaudar fondos. Todo el dinero que se recoge va destinado a la investigación y a encontrar la vacuna contra el SIDA. Ellos tienen unos modelos muy avanzados y necesitan fondos para poder testarlos y demostrar que funcionan. Es un proceso muy caro y que puede ser muy lento si no hay recursos. Es una especie de mata marcianos, se matan los virus y con los 0,99 que cuesta el juego se puede colaborar. Desgraciadamente los recursos del Estado no sirven para cubrir las necesidades que hay a nivel de investigación. Hay que reinventarse.
CH: ¿Tienes algún proyecto?
MC: A finales de agosto empezaré a rodar la película Lemnos, es una tragedia griega que llevamos años intentando levantar.
CH: ¿Tienes algo para televisión?
MC: He hecho varias pruebas pero todavía no tengo nada confirmado. Ya empiezo a echar de menos la televisión, está bien ir cambiando cuando has hecho teatro.
CH: ¿Llevas bien la popularidad?
MC: Sí, pienso que es parte de nuestro trabajo y que tampoco es tanta. La gente es muy amable, que te pidan una foto o te hagan un comentario es porque te siguen, estoy agradecido con toda la gente que se acerca.
