Se trata de Antonio Cortés Déniz, un canario afincado en Inglaterra

Supermán existe…¡y es de Tenerife!

El 27 de enero de 2016 evitó que un facineroso borracho atracase a una anciana

Supermán existe...¡y es de Tenerife!
Antonio Cortés Déniz, el 'Supermán' tinerfeño. EP

Lo cuenta el rotativo La Opinión de Tenerife este 31 de enero de 2016. Quien aún tuviera la creencia de que Supermán era un personaje de ficción creado por Hollywood que vaya cambiando el chip.

El superhéroe existe. Es de carne y hueso y nació en la isla de Tenerife, aunque como a cualquiera de nosotros la crisis le llevó a buscarse los garbanzos hasta tierras extranjeras, concretamente el Reino Unido.

Se trata de Antonio Cortés Déniz, un tinerfeño de 32 años, viviendo en Inglaterra desde los 19, y que ha saltado a la fama mundial tras retener el solito al facineroso que el 27 de enero de 2016 trató de atracar a una anciana de 66 años en un cajero del pueblo de Banbury (condado de Oxfordshire).

Y no es que este ciudadano español lleve por afición o por frikismo el traje de Supermán.

Según explicó a los medios de comunicación, él trabaja en una organización social llamada Give a Smile (en español, «da una sonrisa»), que se dedica a organizar actividades para los niños con algún tipo de discapacidad y sus familias.

Organizamos campamentos para vacaciones y otro tipo de actos para que estos niños y sus familias disfruten con toda comodidad y salgan del estrés de afrontar las dificultades propias de un menor con alguna discapacidad. Nos disfrazamos de superhéroes desde hace unos diez años para llamar la atención cuando piden donativos en la calle y durante las propias actividades, porque a los niños les encanta pasar el rato con Batman o Superman. Empezamos a ponernos los disfraces un poco en broma y muy pronto nos dimos cuenta de que funcionaba. Cuando salimos a la calle para explicar a la gente qué hacemos y pedirles ayuda llamamos más la atención disfrazados.

Justo el día del atraco, Antonio se encontraba  con su traje de superhéroe, degustando el típico desayuno inglés (huevo frito, beicon, salchichas, judías, tostadas y café aguado) con unos compañeros de trabajo en uno de los pubs de la cadena JD Wetherspoon del centro de Banbury. Estaba sentado pegado a una ventana y veía el cajero automático al otro lado y parte de la calle. «De repente escuché un grito. Miré y vi a la gente mirando en la misma dirección: el cajero. Allí había un hombre, un tipo calvo, de unos 40 años, con tatuajes, agarrando por el cuello a una mujer mayor, que era de quien partían los gritos. Entonces salí a ver qué pasaba. A mí me dio la sensación de que todo ocurrió en segundos».

A Antonio le sorprendió que nadie reaccionara, que nadie ayudara a la mujer, ni siquiera los miembros de la seguridad privada de una tienda cercana. «Pensé que podían ser dos familiares discutiendo. Entonces pregunté qué pasaba y la mujer me respondió que el hombre le estaba robando. Ahí ya supe que tenía que actuar rápido para evitar males mayores».

El delincuente intentó huir pero Antonio Cortés no le dio apenas tiempo. Se abalanzó sobre él, lo agarró por detrás, él intentó zafarse pero el tinerfeño le hizo un barrido en las piernas y lo tiró al suelo. Lo logró gracias a su buena condición física y a que ha practicado muay thai, un deporte de contacto tailandés. Fue solo entonces cuando recibió alguna ayuda, la de la seguridad privada de la tienda, y logró inmovilizar con otra llave de muay thai al ladrón. «Estaba borracho. Tenía pinta de ser un tipo que se quedó sin dinero, quería algo para seguir bebiendo y fue a robarle a la mujer».

La Policía apareció a los pocos minutos. Nunca se habían encontrado con una escena semejante ni tampoco la habrían imaginado: un Superman reteniendo a un ladrón ante el asombro de los presentes, al estilo de los cómics de Jerry Siegel o las películas de Richard Donner. Cortés remacha:

El ladrón me miraba estupefacto. No se podía creer que lo hubiera detenido Superman. Los testigos tampoco se lo creían. Muchos pensaban que era un vídeo de esos de broma o la grabación de una película. Hasta los policías, cuando llegaron, no pudieron evitar reírse al verme allí vestido agarrando al tipo.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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