La infidelidad es vista como una de las situaciones más graves en una pareja. De hecho, hasta hace no muchos años en Argentina, el adulterio estaba penado judicialmente. El acto de tener relaciones con un tercero implica una traición en la pareja, al punto de ser -en ciertos casos- causal de separación.
Sin embargo, hay una tendencia que crece y se expande día a día que llama la atención. Su nombre es «cuckolding» y proviene de «cornudo» en inglés. Lo que comenzó como una preferencia sexual propia de un nicho reducido, a cuyos participantes los señalaba con el dedo casi como «pervertidos», se transformó en un fenómeno masivo.
El especialista detalló las dos transgresiones en las que incurriría el hombre: «Por un lado, está visualizándose a sí mismo como ‘cornudo’, pero está en pleno control de la infidelidad, por lo que sus ‘fantasías prohibidas’ pueden ser especialmente gratificantes».