La felicidad por su reciente paternidad no ha podido ser plena todavía. Hace más de un mes Kiko Hernández veía las caritas de Jimena y Abril.
Las mellizas venían al mundo antes de lo previsto y tenían que estar durante un tiempo en la incubadora.
El colaborador de televisión no se ha separado de ellas ni un instante y duerme en el hospital para vigilarlas de cerca. Está preocupado y cuenta los días para poder abrazar a sus pequeñas en la intimidad de su hogar.
Al igual que otros famosos como Jaime Cantizano, Miguel Bosé o Ricky Martín, elegía la gestación subrogada y viajaba precipitadamente a EE UU al enterarse que sus hijas nacían antes de lo esperado. Desde entonces tiene un sabor agridulce de su reciente paternidad.
Las hijas del colaborador están bien pero la espera se está haciendo larga, tras recibir el alta hospitalaria tiene pendiente el trámite burocrático pertinente y Kiko podrá viajar con ellas rumbo a España.
Mila también explicaba hace unos días que eran dos niñas muy lloronas y que el colaborador no pega ojo. Eso es lo de menos, en un momento en el que le es imposible conciliar el sueño hasta que esté en casa con sus mellizas.
