El rapero Tekashi 6ix9ine enfrenta cargos de crimen organizado y posesión de armas de fuego en Nueva York, pero según su defensa el artista solo interpreta ser un gánster para vender su música. Tekashi 6ix9ine, cuyo nombre real es Daniel Hernández, está recluido en una cárcel de Brooklyn desde el pasado domingo. Los agentes federales dicen que es miembro de la peligrosa pandilla ‘9 Trey Bloods’, que poseía armas de fuego ilegales y participó en un tiroteo y un robo a mano armada, informa The Washington Post, según rt.
Hernández enfrenta un mínimo de 32 años de prisión si es declarado culpable, y hasta puede ser condenado a cadena perpetua. Se le ha negado la libertad bajo fianza, incluso después de que su defensa ofreciera al juez federal Henry Pitman entregar el pasaporte, ya que el magistrado consideró al rapero como una amenaza para la sociedad.
El abogado de 6ix9ine no opina igual. «El hecho de que un artista interprete una ‘imagen de gánster’ para promocionar su música no lo convierte en miembro de una organización [criminal]», declaró el letrado Lance Lazzaro, al afirmar que su cliente es «completamente inocente».
Anteriormente, el rapero tatuado se ha identificado públicamente como miembro de la violenta pandilla ‘9 Trey Bloods’ de Nueva York y aparece con el distintivo pañuelo rojo de la banda en algunos de sus videos musicales.
Los fiscales insisten en que las letras de las canciones de 6ix9ine «promovieron y celebraron» conductas delictivas, que incluyen «distribución de narcóticos, actos de violencia y el uso de armas de fuego». Así, en una de sus obras canta sobre «un gran escuadrón lleno de asesinos» y afirma que «yo también soy un maldito asesino». Y este ejemplo no es el único.
La acusación afirma que Hernández ayudó a planear un robo en abril pasado, el cual filmó desde su automóvil, mientras sus compañeros pandilleros sostenían a la víctima a punta de pistola. También afirman que, entre otros delitos de pandillas, Hernández ordenó atacar a un rival que acabó con un disparo contra un testigo inocente.
Cuatro de los asociados de Hernández también fueron arrestados el pasado domingo y enfrentan cargos similares, a los que se suma la venta de drogas.
A lo largo de su corta carrera, el rapero de 22 años ha pasado gran parte de su tiempo en el lado equivocado de la ley. Hernández estuvo en la cárcel, siendo menor de edad, por asalto y venta de heroína, y recientemente se declaró culpable de conducta desordenada durante un control de tráfico en mayo
Además, Hernández se encontraba en libertad condicional por hacer gestos sexualmente explícitos con una niña de 13 años en un video musical filmado en el 2015
La asociación con pandilleros y otros delitos violan su libertad condicional. Si se le declara culpable de los últimos cargos, Hernández también será registrado como delincuente sexual
