En nuestro país existen cientos de niñas de padres africanos en peligro de ser sometidas a una ablación de clítoris en este momento
El Reencuentro no es novela de asunto fácil, las relaciones de pareja nunca lo son ¿Qué te llevó a plantearte esa temática?
Ciertamente no es un tema fácil, sin embargo un día, escuchando las quejas de unas amigas sobre la falta de tacto de algunos hombres, me di cuenta que en realidad lo que falta es diálogo dentro de la pareja. ¿Qué sentido tiene explicarle a una amiga tus frustraciones si a quien tienes que explicárselo es a la persona que comparte tu cama? Estuve dándole vueltas al asunto y al final pensé que si ellas no se atrevían a hablar, alguien tendría que hacerlo.
Pensé que si los hombres leen novelas eróticas y las mujeres novelas románticas, difícilmente pueden utilizar un mismo lenguaje, ya que sus referentes y expectativas son totalmente diferentes. Así que pensé: es necesario crear una herramienta válida para ambos, donde tanto el uno como el otro se sienta identificado, tanto en lo bueno como en lo malo; sus expectativas, sus deseos, sus preferencias, sus ilusiones, sus frustraciones por no conseguir aquello que anhelan. Creo que el objetivo está bastante logrado y espero que consiga ayudar a muchas personas.
La novela impresiona por la veracidad que encierran los personajes. Antes o después el lector termina identificándose con alguno…
Elegí cuatro tipos diferentes de hombres precisamente porque deseaba que el lector se identificase con alguno de ellos, que viese como puede afectar a su pareja su actitud, que a través de la protagonista entendiesen también qué esperan las mujeres y cómo reaccionan ante determinadas conductas, tal vez verse reflejado en alguno de los personajes les ayude a corregir comportamientos, que tal vez de manera inconsciente, están siguiendo y que puede volverse contra ellos, llegando a ocasionar una gran insatisfacción en sus parejas e incluso una ruptura.
Se parte de la premisa de la diferencia, bendita diferencia diríamos algunos, entre hombres y mujeres a la hora de afrontar el amor y el sexo. En El Reencuentro existen argumentos suficientes para casi diagnosticar esas distancias. ¿Podrías hablarnos de ello?
Hombres y mujeres son diferentes a la hora de abordar cualquier tema, incluido el sexo naturalmente, aunque en ambos casos la imaginación juega un papel importante.
Las mujeres imaginan las emociones que sentirán cuando abracen o besen a su pareja, recuerdan el calor de su cuerpo, el olor de su piel, los latidos de su corazón mientras apoyan la cabeza sobre su pecho…y esto las hace estremecer; porque ellas son mucho más emocionales. Los hombres por el contrario son más visuales, piensa en el momento en que la abrazará; casi nota la presión de sus pechos contra el suyo, la redondez de sus glúteos que acariciará dejando resbalar sus manos para atraerla y apretarla con fuerza, y ese sólo pensamiento lo excita.
Es el mismo abrazo el que están recreando, pero la imaginación de ambos está trabajando en sentidos diferentes, el uno responde de manera emocional, el otro reacciona físicamente. Es normal por lo tanto que surjan desajustes, porque pretendemos que el otro reaccione de la misma manera que nosotros y eso es imposible, ya que emocional y fisiológicamente respondemos a estímulos diferentes, aceptarlo e intentar entender cómo «funciona» el otro es el primer paso para llegar a un buen entendimiento. Es ridículo frustrarse o desilusionarse si no hemos intentado explicarle lo que sentimos, lo que deseamos o lo que esperamos… y que conste que no es una crítica, esto es válido para ambas partes.
A lo mejor no quieres mencionarlo, pero sabemos que la novela trae consigo un importante esfuerzo de solidaridad con la mujer maltratada…
Quería iniciar esta nueva etapa de mi vida implicándome en un compromiso social importante, creo que todas las personas que puedan influir con su conducta o actos en la opinión de los demás están obligados a hacerlo, más aún si estos son personajes públicos, no hacerlo sería como cerrar los ojos y los oídos ignorando la realidad que nos rodea.
Pensé en donar 1€ de cada libro vendido contra la violencia de género, por el contenido del libro decidí que lo más apropiado sería la lucha contra la mutilación genital femenina, ya que esta es la primera y más atroz de la violencia aplicada contra las niñas que les impedirá convertirse en una mujer completa y desarrollar todas sus potencialidades, incluida la de disfrutar de su sexualidad.
Aunque parezca un tema lejano no lo es, en nuestro país existen cientos de niñas de padres africanos en peligro de ser sometidas a una ablación de clítoris en este momento. Es un pequeño gesto, pero lucharé porque se haga grande en el tiempo, el primer paso será la subasta de la obra que ilustra la portada, un cuadro regalo del pintor Josep Cárceles, http://josepcarceles.blogspot.com inspirado en la lectura de la novela. El importe conseguido será donado a una ONG, como primera aportación de otras que vendrán después conforme las ventas de libros se vayan materializando.
No quiero dejar pasar la ocasión sin que nos hables de Barcelona, que, desde varios puntos de vista, es también mi ciudad. No es difícil descubrir en tu novela el intenso amor que sientes por los espacios que te vieron crecer. Y es que Barcelona, es muy novelable, ¿no crees?
Barcelona, es una ciudad encantadora y envolvente, de grandes contrastes, geográficamente delimitada por el mar y la Sierra de Collserola. Puedes perderte entre grandes edificios y estar rodeada de gente de diferentes culturas y razas, pasar totalmente desapercibido si es eso lo que pretendes, y a la vez, sentirte acogido en cualquiera de los múltiples barrios que conforman la ciudad y sentirte parte integrante del mismo, donde te conoce el panadero, saludas a los vecinos…
Me siento privilegiada de vivir en una ciudad donde los múltiples inconvenientes de una gran urbe: ruidos, aglomeraciones, caos circulatorios, etc., se compensan sobradamente porque puedes oxigenarte dando un paseo por los múltiples senderos de la Sierra de Collserola; ver levantarse el sol tiñendo de rojo el mar, mientras estás sentado en la montaña con la ciudad a tus pies, es una experiencia revitalizadora, todos los escenarios y las escenas narradas existen realmente. Por cierto, encontré el ciprés que había perdido Laura: en «el camí dels vint-i-un xiprers», realmente hay veintiuno.
¿Dónde señalarías tus influencias? ¿Qué autores te han marcado de alguna manera?
Depende del momento y del objetivo de tu lectura, si estás leyendo un libro técnico o pedagógico necesitas que cubra tus expectativas, pero cuando leo para entretenerme necesito meterme en la trama, visualizar las escenas y creerme la protagonista, no es fácil conseguir ese objetivo y no todos los escritores lo consiguen.
Si tuviese que destacar algunos tal vez Gabriel García Márquez, Isabel Allende o Almudena Grandes, aunque hay muchos escritores que tal vez no han tenido el reconocimiento que se merecían porque su obra no ha sido debidamente divulgada.
¿Cómo ves el panorama literario actual? ¿Qué te interesa más?
En una época complicada como la que estamos viviendo te llegan datos totalmente diferentes e incoherentes muchas veces. Según las librerías la crisis también afecta a las ventas de libros, sin embargo, yo creo que precisamente la falta de recursos para otros pasatiempos más caros, debería hacer que muchas personas adoptasen la lectura como un pasatiempos alternativo: es una buena manera de viajar, de conocer otros lugares y culturas, aunque mucho más económico.
En estos momentos mi interés y objetivo básico está en promocionar mi obra, conseguir llegar a un segmento de público que se mantenga fiel en el tiempo. Intentaré organizarme para poder publicar un libro al año, compaginando los momentos creativos con la divulgación, tanto de la obra literaria como del compromiso social.
¿Podrías adelantarnos nuevos proyectos?
La verdad es que la segunda novela está escrita y verá la luz a finales de febrero, para estar lista en San Jordi. «Estel, amor y miseria» es la continuación de «El reencuentro, ¿cómo aman las mujeres?», en ella se da la oportunidad de desarrollarse y explicar su historia a personajes que en la primera novela no habían tenido oportunidad de hacerlo por falta de espacio, y que sin duda despertarán el interés del lector. Estel era la abuela de Laura, a través de ella repasaremos las miserias, las penalidades y la hipocresía que se sufrieron en la guerra y la posguerra, y a la vez que conocemos a la familia de Laura, ésta avanza y consolida su relación con Alex, haciéndola más audaz en sus relaciones íntimas.
La tercera y cuarta novela también están «embastadas», en ellas se hablará de ilusiones y desilusiones, de infidelidades… en fin, de las cosas normales que hoy nos suceden a hombres y mujeres y que algunas veces nos cuesta de encajar.
¿Qué te parece que te comparen con Corín Tellado?
Buff… las comparaciones nunca son buenas. Tengo que reconocer que nunca la había leído, y lo que es peor, la primera vez que alguien hizo ese comentario casi me sentí ofendida.
En mi generación había dos tipos de lectores: los que leían libros interesantes y los que leían a Corín Tellado, así que generé ciertos prejuicios hacia ese tipo de lectura poco «intelectual». Cuando alguien me dijo que la lectura de mi novela la había emocionado tanto como cuando leía las novelas de su madre me asusté, consulté por internet y descubrí que había sido la escritora de habla hispana más leída después de Cervantes, record guiness con más de 4000 millones de libros vendidos, así que con estos referentes olvidé mis prejuicios y leí cuatro novelas con su firma.
No voy a comentar mi impresión sobre sus novelas, entre otras cosas porque no se puede hacer una crítica de alguien que no pudo evolucionar ni desarrollarse libremente debido a la censura del momento. Lo único que tengo claro es la capacidad de influencia conductual que ella tuvo a través de sus escritos, que marcaron a más de una generación; si ella decía todas vírgenes al matrimonio, todos lo aceptaban sin rechistar, y así con otras normas de conducta o valores que ella inculcaba en sus novelas. Si lo miro por ese lado me halaga la comparación, y a la vez asumo que es una gran responsabilidad… tendré que medir muy bien mis propuestas y mis palabras.