¿Quién dijo que no se podía rezar a Dior? Así arranca el libro de Beatriz Miranda, ‘Sin noticias de Dior’ que es toda una invitación a hablar y a opinar sobre el estilismo de hoy en día desde punto de vista ácido e irónico, tal y como se describe en la introducción de lo que es la obra.
María Granada Peralta Guelbenzu, alias Nada, y Flori, su asistenta paraguaya, se han quedado a solas en el precioso chalé donde viven con el resto de la familia de doña Nada, su segundo marido y sus dos hijos pequeños un domingo de verano.
Para matar las horas de aburrimiento, la señora ha decidido hacer limpieza general en su impresionante vestidor, repleto de modelos vintage y actuales de las mejores marcas españolas y extranjeras: Dior, Chanel, Pedro Rodríguez, Fortuny, YSL, Elio Berhanyer, Balenciaga… Mientras tanto, Flori pasa el aspirador en la planta de abajo esperando la llegada de sus tres hijos varones desde Paraguay, a los que arde en deseos de abrazar.
Pero ellos no han hecho el viaje desde Asunción precisamente para abrazarla. Flori es maniatada por esos hijos a los que ha criado y mantenido y doña Nada acaba encerrada en su magnífico vestidor. Los ladrones comienzan a desvalijar la casa sin saber que lo más valioso de la casa está dentro del zulo de lujo donde han metido a la señora.
Doña Nada, sin poder salir, hace repaso a través de sus vestidos de su propia vida. Una vida llena de secretos, glamour, situaciones cómicas pero también dramáticas… Y reza. Reza a Dios por salir de ésta, pero sobre todo a Dior, pues es la frivolidad en lo que realmente cree.
Un traje de terciopelo recién adquirido en la tienda de esta maison francesa y que esa misma tarde ha de recibir en su casa podría salvarla… ¿Logrará doña Nada sobrevivir a tantas horas de aislamiento junto a sus recuerdos? ¿Superará Flori la traición de sus hijos?
Un estupendo retrato de una generación, una época y un prototipo de mujer que resulta ser mucho más auténtica que la imagen que proyecta.
TITULARES:
«En la Otra Crónica de El Mundo donde trabajo las páginas tienen muchos caracteres y tiendo a enrollarme, eso me ayudó a escribir la novela. Tenía claro el esqueleto y luego ya fue estirarlo».
«La novela me sirvió de psicoanálisis y reflexión de la época que estamos viviendo, del materialismo versus la miseria que hay ahora mismo en España».
«La parte más complicada de la novela ha sido el final porque ha sido lo que menos claro tenía. La gente que lo ha leído me lo echa en cara, aunque hay quien lo celebra».
«He tenido mucho contacto con mujeres inmigrantes que han trabajado en mi casa y siempre me ha llamado mucho la atención su forma de ver la vida. Esos complejos de clase y clasismos que se viven tanto por parte de la señora como de la asistenta siempre me han llamado mucho la atención y los reflejo aquí de alguna manera».
«La protagonista no es Carmen Lomana, se puede parecer físicamente porque son rubias y estilosas pero mi protagonista es un perfil más bajo pero nunca sería noticia por motu propio, sería una Alicia Koplovich o una Marisa Paredes en una película de Almodovar».
«El éxito de mi blog reside en que me lo venden en El Mundo.es, en que es divertido y en que pongo titulares con gancho que eso es la mitad del trabajo».
«El estilo de Ana Mato, propio de las Nuevas Generaciones, es de una señora conservadora bien, clásica, con sus mechas, su moreno uva, sus colores pastel, sus perlas eternas y su cartier y sus mocasines. Puedes presuponer que alguien que vista así es una bellísima persona porque es un atuendo que puede parecer muy monjil, pero luego no es oro todo lo que reluce porque mira Rebecca de Mornay en ‘La mano que mece la cuna'».
«En el momento que escribí el post de Ana Mato, uno de los que más éxito han tenido igual me pasé un poco, pero es verdad que ella representó en ese momento esa indignación que tenemos todos ante la corrupción política. Ella tendrá que defenderse en los tribunales».
«Hablé de la joya de la Corinna, que es un personaje bienvenidísimo en el panorama nacional porque echábamos de menos un personaje nuevo, estábamos ya cansados de las Caris, de las Natis y nos hacía falta alguien así guaperas como ella que está estupenda. A mi me da igual la relación que tenga con el rey, me preocupa si ha sido una comisionista»
«Aunque Corinna diga que no quiere ser una celebrity, ha nacido una estrella si no no sales en Hola ni en El Mundo con tres cambios de vestuario, eso no se ha dado jamás. Va a dar mucho que hablar. Lo más triste es que dos personajes como ella y Urdangarín se hayan cargado una Institución tan importante para este país».
«Mario Conde fue un referente para muchísima gente, antes de ser imputado. Ese estilo pijo engominado que representaba el empresario de éxito, incluso mucha gente estudió empresariales por él y Pepe Barroso».
«Felipe González también tenía un estilo muy marcado de la pana, las coderas y las chaquetas de ante… él en su público y Mario Conde en el suyo marcaron tendencia»
«A mí me gusta en la política femenina el estilo de De la Vega, desde que se ha operado está estupenda, lo que no puedo entender es que no lo admita cuando es evidente y también me encantó cuando Carme Chacón pasó lista a las tropas con un smoking, fue un hito».
«Cospedal es elegantona, guapetona, su discurso político no me atrae nada pero ella es una mujer con una percha estupenda como Cristina Cifuentes».
«Ana Botella lleva ahora un look de abuela, no en tono despectivo pero con su blazer… bueno ha coincidido en muchas ocasiones con Esperanza Aguirre en vestuario».
«Las mujeres políticas en nuestro país van discretas, yo entiendo que si vas muy llamativa tu discurso político se difumina, fíjate Cristina Cifuentes es una mujer que me gusta como es y como está haciendo las cosas pero es tan rubia y tan guapetona que cuando ha ido al Gran Debate y demás ves lo cartelitos de debajo que dicen qué buena está, va a tener que ir la pobre con un burka».
«El juez Castro siempre va con chupas de cuero, siempre lleva unas pistas terroríficas, los jueces en general van un poco sosos, el otro día vi a Gomez Bermúdez que ha cambiado de look y parece Bruce Willis en ‘La Jungla de Cristal'».
«Si tu eres un personaje público del calibre de Rubalcaba, al menos deberías hacerte un traje a medida. Debería preocuparse un poco más por su imagen. Y me parece un atraso que vaya presumiendo de que no le importa nada. También es un error que no se ponga fundas dentales cuando tiene los dientes así de mal».
«Vestir a un cardenal cuesta entre 20 y 30 mil euros porque son casullas con unas sedas y bordados magníficos. Por lo general son donaciones. Ratzinger era más fashion victim, más presumido, que el Papa Francisco, aunque también recicló mucho de papas anteriores. Él y su secretario guapísimo han llevado cosas muy caras y lujos que les han regalado, relojes de cartier o gafas de Armani».
Beatriz Miranda (Madrid, 1978) es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y posgrado en Moda y Arte Contemporáneo. Redactora y editora gráfica del suplemento La Otra Crónica de El Mundo, trabaja en el periódico desde el año 2000.
Es autora del blog ‘Sin noticias de Dior’, que da título a esta, su primera novela, y que es uno de los más visitados en Internet desde que empezó a escribirlo hace cinco años. Con una fina ironía y una prosa descarada, disecciona cada semana la actualidad a través del estilo de sus principales protagonistas.
LORENZO CAPRILE HA DICHO:
«Una novela que se atreva a hablar, con una voz nueva, de lo que más nos importa: los sentimientos. Un debut literario deslumbrante: te atrapa desde la primera página».
LA EDITORA HA DICHO:
«Es la novela ideal para una tarde de lluvia de domingo. Espero entretener, hacer reír pero también invitar a la reflexión. Nada, la protagonista del libro, es y no es lo que parece. Su escondite, la frivolidad, es todo un mecanismo de defensa ante una vida interior muy intensa».
«La moda es el pulso estético de la sociedad, pero también un buen retrato psicológico de quien se entrega a ella. Nadie escapa de las tendencias y Nada, la protagonista, menos, pues se reafirma y diferencia del resto a través de los tesoros que aguarda su vestidor».
«El arte es moda y viceversa. Todos los coleccionistas son unos estetas, y Nada también. Sin embargo, esa superficialidad oculta siempre una personalidad complicada».