PD ENTREVISTA A LA AUTORA DE '¿Y TÚ QUÉ MIRAS?'

Mariola Cubells: «Sánchez Dragó, que ahora defiende el cierre de C9, cobraba 9.000 euros por programa»

"El día que imputan a la Infanta, TVE siguió con Mariló Montero empanando filetes"

"Mediaset se ha instalado con formatos como 'Sálvame' en un bucle que se retroalimenta y que no necesita salir al exterior"

Buena conocedora de los entresijos del mundo televisivo, la periodista Mariola Cubells visita la redacción de Periodista Digital para presentar y hablar de su libro ‘¿Y tú qué miras? La tele que no ves’.

El libro muestra al lector las tripas de la tele, los mecanismos de la audiencia, los porqués de la televisión de bajo coste, y las mentiras que manejan algunos canales.

Tejiendo una completa crónica del panorama televisivo actual, analiza la proliferación de los nuevos reality, y la situación de la televisión pública y las cadenas autonómicas, entre otros aspectos.

El libro quiere ayudar a los espectadores a descodificar los mensajes que reciben para que sean más difíciles de engatusar. Para ello, Cubells ofrece herramientas que evidencian las trampas y olvidos de los espacios menos inocentes. Sin embargo, y a pesar de las duras críticas que salpican las páginas de «¿Y tú que miras?».

Cubells asegura que a ella le gusta la tele, y que la considera un medio «mágico», si se usa bien, claro está. Partiendo de que el 56% de la población española tiene dos o más televisores en casa, y de que el 86% de la gente ve la televisión una media de cuatro horas, Mariola Cubells presenta un panorama desolador.

TITULARES MÁS RELEVANTES:

«La gente que hace mala televisión suele ser gente muy cultivada. Tras hacer programas de mierda se van a la ópera».

«¡Viva Fran Llorente! Si hay alguien que consiguió ocho años de gloria en la tele pública fue él. Zapatero dejándole hacer y luego Fran Llorente y su equipo».

«Tú ves el ‘Informe Semanal’ de aquella época y ves el de ahora y te quieres morir».

«El comportamiento televisivo que están teniendo Somoano y su equipo están consiguiendo eliminar el prestigio y la audiencia. Ya no se puede engañar a la gente como se la engañaba, porque hay otros medios, y quedan en evidencia».

«‘El Intermedio’ se ha convertido en un telediario alternativo por la necedad de los informativos de TVE. Tiene un sesgo evidente, pero los que no lo deberían tener, los de la televisión pública, también lo tienen».

«Yo no puedo ver TVE cuando Cospedal está dando una rueda de prensa esperada y Mariló Montero esté empanando filetes… ¡Es ofensivo! No me merezco esto como espectador».

«Vasile ha consolidado un modelo televisivo, el que tenemos ahora. Vasile cuando habla da sólo titulares. Es un tipo muy paradigmático que ha creado una escuela televisiva».

«Mediaset se ha instalado con formatos como ‘Sálvame’ en un bucle que se retroalimenta y que no necesita salir al exterior. Han descubierto un filón porque es muy barato. Además son programas muy fáciles de ver, dirigidos a nuestros instintos más primarios».

«No está bien visto ver Sálvame, por eso Jorge Javier se va a casa y pone ‘Mad Men’ y queda mucho mejor».

«Buena parte de las cosas que suceden en televisión se han salvamizado. Los debates, los informativos los deportes son un claro ejemplo de ello».

«Se ha perdido el debate sosegado. Se ha perdido la pausa televisiva. Me hace mucha gracia cuando dicen que ‘Salvados’ es muy bueno el programa. Al fin y al cabo son entrevistas sosegadas y tranquilas».

«Paco Marhuenda no es nada carismático y lo hemos convertido en un personaje. Gente que no está para nada en su línea, espera con devoción los momentos en los que él en Twitter cuelga su portada, porque para mí la portada de La Razón es el antiperiodismo, y parte de sus contenidos también».

«A Marhuenda le llevan a las tertulias porque es un tipo que da juego, porque siempre dice alguna frase incendiaria con la que ningún bien pensante puede estar de acuerdo y el plató se viene abajo y esto a la cadena y al programa les viene muy bien».

«Lo que ha pasado en Canal 9 ha sido muy triste y no solamente por el cierre si no por todo lo que lo ha rodeado y lo que significa».

«Una Generalitat que no ha sabido gestionar Canal 9, no tengo por qué confiar en ella para que gestione bien cualquiera de las otras partes que deben de gestionar en la Comunidad en la que yo vivo».

«El cierre de Canal 9 va a ser el golpe definitivo a Alberto Fabra».

«La gente que sobrevivió al ERE arbitrario de Canal 9, acató durante 20 años el modelo que nos ha llevado al cierre. Si esa tele no se hubiera convertido en un modelo completamente innecesario, pervertido por la manipulación, endeudado hasta la nausea y con incluso escándalos sexuales, ningún gobernante se hubiera atrevido a decretar el cierre».

«La época de Tómbola fue un derroche. Fue la época dorada pero del endeudamiento. Por esa tele desfilaban grandes estrellas televisivas del panorama nacional».

«Hoy leía unas declaraciones de Sánchez Dragó defendiendo el cierre y creo que se le ha olvidado cuando iba y cobraba algo así como 9.000 euros por programa, y que contaba con un uno por ciento de audiencia. Ahí no se quejaba de esa tele autonómica».

SINOPSIS

La periodista plantea que tres de cada cuatro formatos que se estrenan, fracasan. Solo cinco de las trece televisiones autonómicas superan el 5% de share, y la inversión publicitaria ha caído un 50% en cinco años. Para terminar de poner en situación al lector, Cubells dedica varias páginas a contar como mueven los hilos los responsables de los dos grupos mediáticos más potentes en España, Mediaset (Paolo Vasile) y Atresmedia (Maurizio Carlotti).

Este duopolio privado se lleva el 55% de la audiencia y el 84% del dinero de los anuncios. A estos elementos hay que sumar que la disminución de la publicidad y la proliferación de canales a raíz de la TDT han creado un modelo de tele low cost. Los ejemplos y cifras aportados por la autora demuestran que dinero, fama, y poder causan estragos. Y que para conseguir dicha peligrosa combinación, la audiencia es sagrada.

Cada punto de más o de menos de share lleva asignado unos dieciocho millones de euros que se pueden ganar o dejar de perder. Y lo que se pregunta Mariola Cubells es “qué no haría usted por esa cantidad…? Desengáñese. Usted también haría todo los posible por ser líder y por trampear”. La audiencia da dinero, y si para conseguirla hay que pagar, se paga. Y si algo no da dinero, se desecha.

Producir ficción en España puede llegar a costar un millón de euros por un capítulo de setenta minutos, cifra que llegó a alcanzar la serie Águila roja. Producir un Sálvame Deluxe costaba hace algún tiempo 100.000 euros y dura más de cuatro horas. Sirviendo estas cifras, la respuesta a “¿Por qué hay más horas de reality que horas de ficción propia?” es obvia. Sálvame -que ocupa más de 20 horas de la programación semanal de su cadena- es un espacio muy presente en el libro, no solo por haber creado un nuevo modelo televisivo barato dado que se autoabastece de sus propios protagonistas creando un bucle sin fin, sino por los límites que ha cruzado.

Uno de los casos más espeluznantes que aborda Mariola Cubells, y que ejemplifican el poder y la perversidad de los grandes grupos mediáticos, es el de Pablo Herreros, el bloguero a quien Mediaset interpuso una querella por amenazas y coacciones, en la que le acusaban de haberles hecho perder casi cuatro millones de euros. Mediaset pedía para él hasta tres años de cárcel. Lo que perseguía Herreros era impedir que las cadenas paguen a delincuentes condenados por hablar de sus delitos en televisión.

Las acciones de Herreros fueron determinantes para hundir a la extinta ‘La Noria’. Mediaset acabó retirando la querella, pero todavía sigue sin haber un compromiso para no pagar en televisión a los condenados por delincuentes.

En televisión las tergiversaciones y las mentiras abundan. Para los más escépticos la autora aporta una serie ejemplos de cómo reaccionan determinadas cadenas ante determinadas informaciones. Para muestra un botón, el día que imputaron a la infanta Cristina, en la 1 de TVE Mariló Montero siguió empanando filetes en su espacio de cocina. Mientras, en los otros medios se ocupaban de la noticia. Referente a TVE, la autora defiende que tras unos años de Pluralidad y transparencia, y a pesar de que “los progres, para que nos entendamos, también manipulan”, la televisión pública vive una triste vuelta atrás..

El de las cadenas autonómicas es otro modelo que se desmorona, según la autora su desmantelamiento es indiscutible, y las manipulaciones informativas que practican muchas de ellas, y los recortes de plantilla son algunos de los elementos que ahondan en su descrédito. En los espacios de Canal 9 (allí nació Tómbola), en los de Castilla- La Mancha o TVG, las maniobras oscuras son tan abundantes que parecen historias de ciencia ficción.

Otra de las trampas contadas por la periodista en ¿Y tú qué miras? se encuentra en los realitys del tipo ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?’, ‘Hermano mayor’ o ‘Mujeres hombres y viceversa’. Cubells aclara que sus protagonistas son carne de casting y que la mayoría de ellos son aspirantes a actores o famosos, y no espontáneos candidatos a encontrar el amor de su vida. Tanto en este tipo de programas como en los de testimonios, si hay que mentir se miente, y todo vale para contar con el personaje más grotesco.

Con todos estos elementos, ¿Y tú qué miras? es un amplio y ameno análisis del panorama televisivo actual. Los argumentos planteados por Mariola Cubells son lanzados desde el rigor de una periodista que conoce y sabe luchar con los mecanismos más sucios del medio de comunicación más poderoso.

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Autor

Marian García Álvarez

Redactora experta en televisión de Periodista Digital entre 2013 y 2016.

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