La censura en España se estableció en 1925, pero conocemos sobre todo la práctica de los censores de la época franquista. Los funcionarios del entonces ministerio de Información y Turismo revisaban todo el material cinematográfico que se iba a emitir. Los censores también corregían aquellos excesos que se observaban en el material destinado a la promoción de los filmes.
Bienvenido Llopis ha recogido durante casi 30 años carteles, programas de mano y afiches de esta época. Estos elementos le han servido de base para escribir La censura franquista en el cartel de cine, que detalla los cambios que sufrieron las piezas destinadas a la promoción de las películas.
Periodista Digital se desplaza hasta la mítica Librería Casablanca, en la calle Bailén 47, para entrevistar a Bienvenido Llopis, autor del libro ‘La censura franquista en el cartel de cine’ (Ediciones Notorious, 2014) y a su editor, Guillermo Balmori, socio fundador de Notorious Ediciones.
Bienvenido Llopis.
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Bienvenido Llopis
«En un cartel lo que más destaca es una mujer semidesnuda y eso es lo que más llama la atención».
«Este libro lo que recoge es el tema del cartel, lo que los dibujantes pintaban en su momento».
«Creo que aún es muy pronto para hablarse de una tercera edición del libro, este libro es muy joven todavía, con que vayamos por la segunda edición yo creo que ya es un éxito para el momento en que vivimos donde no se vende casi nada».
«Después que mandé el libro a la imprenta he encontrado mucho material que creo que puede ser para otro libro pero creo que pasará mucho tiempo porque ahora son cuatro piezas las que han salido».
«Cuando sacamos este libro pensamos que se acabó la historia, que ya no habría más, pero con el tiempo van saliendo cositas que luego te vas planteando si merecerá la pena sacar otra edición. Todo depende también del tiempo que se tarde porque para completar un libro se necesitaría mucho tiempo, sobre todo porque las 400 piezas que contiene este libro se han necesitado 28 años para conseguirlas».
«En este sitio se puede encontrar casi de todo lo relacionado al cine, sobre todo en cuestión de papel, la especialidad de la tienda son los programas de mano, los carteles, las fotografías, las postales, las guías publicitarias, los fotocromos, las revistas, hay de todo un poquito, una variedad bastante amplia».
«Sin los programas de mano esta tienda no existiría con absoluta seguridad, se puede tener una tienda dedicada al cine, pero dedicada al coleccionismo, sin programas de mano no se podría concebir esta tienda».
«Esta tienda es de coleccionismo puro, yo me he negado a meter camisetas, vídeos y otras cosas por no confundir a los clientes. En esta época de muy bajo consumo he pasado por meter las figuritas que están en el escaparate porque tengo que ir buscando algún aliciente para poder llegar aquí hasta mi momento de jubilación».
«Generalmente este tipo de tienda ya no existe, tienden a desaparecer por el hecho de que se ha creado un monstruo impresionante que se llama Internet que es el que ha acabado con este tipo de negocio».
«La gente joven no se engancha al coleccionismo porque antes era usado como una forma de diversión para las personas de la época, pero ahora los jóvenes tienen mil maneras de divertirse. Los jóvenes de ahora yo no digo que sean amantes del cine, sino consumidores del cine».
«Con ocho años andaba por las calles de mi pueblo buscando los programas de mano para meterlos en un caja y guardarlos y como yo mucha gente».
«No estoy en contra de internet. Yo creo que internet da muchas posibilidades en todos los terrenos a cualquiera, de hecho yo lo uso. Lo que pasa es que para el coleccionismo tradicional es el enemigo. Ha hecho que la gente se quede en su casa y que no se mueva a buscar el material».
Guillermo Balmori
«Nos funcionan los libros más caros, de mejor papel que un libro más normal, hacer este tipo de libros se ha convertido en nuestra imagen de marca, son caros de hacer pero gracias a Dios lo podemos seguir haciendo».
«Al aficionado del cine le gusta coleccionar la parte gráfica. Todo el despliegue visual que se hacía con cada película no tiene nada que ver, donde habían fotos posadas y un gran número de carteles, todo ese material con el tiempo ha ido cogiendo mucho valor, para las personas que les gusta el cine, sobre todo el Cine Clásico, eso tiene un valor muy grande, además aunque no te guste, aunque no seas un cinéfilo son cosas muy impactantes».
«El cine clásico yo creo que es mucho de momentos, el cine de ahora te puede gustar más o menos el argumento pero no es tanto de flashes, no se te quedan flashes de una escena concreta o un evento concreto».
«Yo soy muy optimista con el cine, concretamente con el cine clásico, en España es donde más cine clásico se edita con muchísima diferencia».
«Creo que hay una manera diferente de ver el cine. Para mí ahora mismo tiene mucha ventaja ver una película en la casa. Ahora que tenemos los móviles, las tabletas cuando el actor dice algo y lo busco, ya estoy interactuando. Eso tiene una riqueza bestial».
«Las películas sencillas, de estudio, son a veces mejores que las grandes producciones».
«Cuando los directores estaban atados a un productor, las películas salían bien. No sabemos que hubiera pasado si estuvieran libres. Yo me imagino que si a un creador de éstos le hubieran cortado las alas las películas no hubieran salido tan perfectas».
«Hay películas que duran 14 horas, pero es que a nadie le puede gustar una película tan larga».
«A causa de las guerras mundiales se juntaron en Hollywood los mejores decoradores de las óperas de Viena que huían de los Nazis, los compositores rusos que huían del comunismo, los mejores directores de escena, los modistos, toda la florinata que tuvieron que huir de Europa y acabaron todos allí. Cada detallito de la cadena de montaje era el mejor profesional que había».
«Cuando empezó el cine hablado se hacían dos versiones de las películas».
«El doblaje no se concebía como tal, lo que se hacía era realizar varias versiones».
«La vida de Lana Turner es apasionante, la vida de Brad Pitt no es nada interesante».
«Hay vidas de esas celebridades que son más interesantes que sus actuaciones en películas. Esto nutre el mito y hace que la película se potencie».
«La vida de Brad Pitt puede interesar porque siempre interesará la vida de un actor pero no es objetivamente apasionante, es una vida normal pero la vida por ejemplo de Linda Darnell, que murió en un incendio, me imagino también porque era la élite cultural eran como la realeza de Hollywood eran como los reyes».
«La época de mayor auge, de cuando las estrellas eran estrellas, fue a finales del cine mudo y primero de los años 30, allí se les concebía como personajes místicos».
«El mundo del cine y de la cultura estaban muy relacionados, por ejemplo Marlene Dietrich era amiga de Hemingway. Ahora eso no se da, por eso son vidas menos interesantes».
«Antes la población imitaba al cine, el cine creaba la tendencia. Ahora los actores imitan la calle».
«Hay gente que nunca ha visto una película de Audrey Hepburn pero la imagen es tan cautivadora que la gente la tiene puesta en su dormitorio. Era tan original, ella creaba la moda».
«No es lo mismo un actor que una estrella de cine».