Teresa de Jesús era un poco lianta
Espido Freire, la famosa autora de novelas, Premio Planeta en el año 1999, vuelve quinientos años atrás en la historia para ofrecernos las palabras y los pensamientos de Santa Teresa de Jesús en su última obra ‘Para vos nací: un mes con Teresa de Jesús’, un impresionante ensayo sobre la condición de la mujer, el espíritu, la contemplación y los relaciones familiares.
La escritora recibe a Periodista Digital en un céntrico hotel madrileño y en el transcurso de la entrevista la autora va desvelando interesantes detalles de esta novela.
SINOPSIS
Una aproximación contemporánea y moderna a la vida y el pensamiento de Santa Teresa de Jesús. Teresa de Cepeda y Ahumada ha cumplido sus primeros quinientos años de vida, y su figura y sus palabras llegan a nosotros tan intensos y refrescantes como lo fueron en su época: puede que incluso más, a través de una voz muy especial, la de Espido Freire, quien a modo de diario comparte lo que podría ser un mes con Teresa de Jesús.
Un mes que le ofrece al lector el resultado de haber pasado, a su vez la autora, varios meses con Teresa, con la intención de acercar a la vida real una forma de afrontar la existencia que puede tener sentido en nuestros días.
Parte biografía alternativa, parte meditación sobre sus pensamientos y frases más relevantes, Espido Freire dialoga con Teresa sobre la dificultad de ser mujer en un mundo de hombres, el conflicto entre la espiritualidad y la acción, el espíritu de superación, la enfermedad mental, la escritura como terapia, los viajes, el ansia por el conocimiento, la necesidad del buen vivir o del buen morir, las relaciones con la familia como fuente de crecimiento o delimitación, la amistad hombre mujer, la vida contemplativa, hasta construir una completa y original guía de vida.
TITULARES DE LA AUTORA
Escogí llamarla Teresa de Jesús y no santa Teresa porque el ser santa era únicamente una de las partes de la grandeza de su figura.
El pensamiento de Teresa de Jesús es muy rico, es muy variado y es profundamente moderno o profundamente contemporáneo. Se ocupa de las mismas dudas que muchas mujeres y muchas personas en general pueden estar sintiendo en este momento. Y sobre todo, su personalidad que es arrolladora y que cuanto más se lee sobre ella, más invaden sus escritos, es lo que la hace muy cercana.
Era muy carismática. Era una mujer inteligente y rápida. No soportaba las tonterías, no soportaba a los estúpidos. Le costaba mucho obedecer.
En ocasiones, Teresa de Jesús era intensa, era pesada, era agotadora e incomprensible para mucha gente. Estamos hablando de que también tenía sus propias crisis, incluso en algunas ocasiones sus aspectos más negros.
Tenía una imaginación aplicada sobre todo a lo práctico, es decir, ella no inventaba lo que veía, creía de manera genuina que lo estaba viendo.
La España de la época de Teresa de Jesús era una España que nos sorprende por su cercanía. Hemos realizado por desgracia una evolución que en ocasiones así es una involución. Por ejemplo uno de las principales problemas que tenía era la corrupción.
Los vicios y las virtudes del español de esa época nos resultan sospechosamente conocidos.
Teresa de Jesús se hubiera llevado muy bien con el Papa Francisco porque ambos han hecho de la sencillez una marca muy reconocible. No se sienten a gusto con nada que les desvíe de su objetivo final.
Me interesaba mucho más la recuperación de una figura relevante para la historia de los últimos cinco siglos. Y para ese acercamiento era necesaria, obviamente, la documentación, y estar familiarizada con su obra, pero hacía falta también una visión propia.
En las obras de Teresa de Jesús hay una subjetividad profunda que la hace también extraña en un momento en el que la mayor parte de las mujeres no escribían y la mayor parte de los hombres seguían un canon en el que el ‘yo’ se dejaba a un lado para hablar desde imperativos categóricos, desde autoridades que tenían que ser sustentadas o bien por los clásicos, o bien por la propia teología y por la iglesia.
Teresa no cultivó la ficción tal y como la entendemos ahora. De chiquitita escribió una novela perdida que, si no recuerdo mal, se llamaba ‘El caballero de Avila’ y sobre cual dice que, gracias a Dios, lo perdió. Pero escribió poesía, desde poesía más seria, entregada, mística, profunda a pequeñas obritas que escribía según se les ocurrían para echar unas risas, literalmente, con sus monjas.
A Teresa de Jesús le gustaban las intrigas. Era un poco lianta.
Era inteligente y tenía consciencia de ser inteligente. A la santa le gustaba rodearse de personas que hablaran bien, que tuvieran conocimientos que le aportaran algo.
Teresa se pasó una temporada en cual todos sus intereses eran los trapos, los cosméticos, quién salía con quién, quién cortaba con quién y cuáles eran los cotilleos y en esto se divertía mucho.
Espido Freire nació en Bilbao el 16 de julio de 1974. Estudió música desde su infancia, y cursó estudios de canto en su primera adolescencia. Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Deusto, es también diplomada en Edición y Publicación de Textos por la misma universidad.
Espido debutaría como escritora con ‘Irlanda’ (1998). La novela fue galardonada con el premio francés Millepage. En 1999 apareció ‘Donde siempre es octubre’ (1999). Seis meses más tarde consiguió el Premio Planeta por su obra ‘Melocotones helados’ (1999).
Con ella obtuvo también el Qué Leer 2000 a la mejor novela española. Sus otras novelas son ‘Diabulus in musica’ (2001), ‘Nos espera la noche’ (2003, segunda parte de una trilogía iniciada con ‘Donde siempre es octubre’) y ‘Soria Moria’ (2007), que ha obtenido el premio Ateneo de Sevilla 2007. Colabora con varios medios de prensa nacionales, como Público, ADN, El Mundo, Onda Cero, (Julia en la Onda) y en televisión (Paramount Comedy, Tele Aragón), así como en revistas como Yo Dona, Jano, o Psychologies. También ha trabajado como traductora literaria.