«Bon Appétit», una «historia de amor no perfecta» de dos amigos que se besan

"Bon Appétit", una "historia de amor no perfecta" de dos amigos que se besan

El actor Unax Ugalde (I) conversa con el director David Pinillos (D) durante un photocall de la película 'Bon Appetit', de este joven realizador, en una sala madrileña. EFE

EFE/Archivo

Avalada por el éxito en varios festivales españoles e internacionales, llega a la gran pantalla «Bon Appétit», una «historia de amor no perfecta», protagonizada por Unax Ugalde y Nora Tschirner, en la que el director David Pinillos reflexiona sobre los riesgos de cruzar la línea que separa la amistad del amor.

Ésta ópera prima de Pinillos llegará a los cines el 12 de noviembre, después de haber sido premiada en la pasada edición del Festival de Málaga con reconocimientos como la mención especial del jurado, el premio al mejor guión, al mejor actor para Ugalde o la mención especial para Tschirner.

«Quería hacer una historia de amor, pero no perfecta, sino que se acercara a la realidad, sin caer en los parámetros clásicos de las comedias estándar americanas, que funcionan muy bien, pero no era ésa mi idea», ha explicado hoy el cineasta, que optó al Goya en la última edición de los premios por el montaje de «Gordos».

«Bon Appétit. Historias de amigos que se besan» cuenta la historia de Daniel, un joven ambicioso que quiere ser un gran chef. Tiene una familia que le adora, una pareja estable y un trabajo que le gusta, pero «sus coordenadas vitales» se tambalean cuando conoce a Hannah, una atractiva sumiller con una compleja personalidad.

«Daniel va a Zúrich con una ambición, aprender lo máximo posible en el mundo de la cocina y está decidido a cumplir su sueño, pero todo su mundo se le viene abajo cuando conoce a esta persona», ha explicado Ugalde antes de apuntar que «en el amor, las cosas vienen como vienen, no se eligen».

Con mucho diálogo, pero también con «silencios que llegan al estómago», Pinillos consigue atraer de forma extraordinaria la atención del espectador, quien de inmediato siente la necesidad de saber qué ocurre en el mundo interior de cada personaje.

«En el cine, me interesa mucho aquello que no se dice, y en esta película quería jugar con los silencios, con las cosas que uno no se atreve a decir, porque a veces es muy difícil ser sincero. Es algo muy real, a mí me pasa y a mucha gente también», ha confesado el director.

Rodada en Bilbao, Zúrich y Múnich, «Bon Appétit» es ante todo una «historia de amor sin fronteras», una película internacional grabada en tres idiomas: español, inglés y alemán.

«Es un producto viajero, en dos semanas la estrenamos en Alemania, en un mes en Suiza y luego en Italia. La verdad es que es una buena manera de llevar el cine español afuera», ha reconocido el productor Pedro Oriol.

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