El toro, que tiene más de 10 años (unos 60 en una persona) y pesa poco más de 500 kilos, estuvo a punto de jubilarse el pasado verano
Un joven de 29 años, natural de Algemesí, falleció la noche de este 13 de agosto de 2011 en las fiestas de la localidad valenciana de Xàtiva corneado por el toro ‘Ratón’, popular en los festejos taurinos de la Comunidad Valenciana por su agresividad y por su elevado caché. La de ayer es su tercera víctima mortal en los últimos cinco años.
El toro embistió al hombre en dos ocasiones en el ruedo de la plaza de toros de Xàtiva. Primero le corneó en el pecho y lo lanzó varios metros y después volvió a herirle en una pierna.
El joven, que fue arrastrado fuera del ruedo ya inconsciente, no se encontraba en condiciones para participar en la fiesta, según han relatado algunos testigos y fue advertido en varias ocasiones del peligro que corría.
Fue trasladado al Hospital Lluís Alcanyís De Xàtiva, donde falleció minutos después.
Según informa Canal 9, los organizadores le obligaron a abandonar la plaza en el anterior toro y forzaron a subir a las gradas. Sin embargo, el joven volvió a bajar al ruedo cuando salió ‘Ratón’.
‘El toro asesino’
El toro, que tiene más de 10 años (unos 60 en una persona) y pesa poco más de 500 kilos, estuvo a punto de jubilarse el pasado verano, sin embargo su dueño, el ganadero Gregorio de Jesús, cedió a las presiones de aficionados y ayuntamientos para que volviese a los ruedos.
Los ayuntamientos valencianos han llegado a pagar hasta 15.000 euros por contar con ‘Ratón’ en sus fiestas. El consistorio de Xàtiva abonó cerca de 10.000.
«Es por el que más se paga, pero es el más barato. Allá a donde va los empresarios doblan el precio de las entradas (de 6 euros a 12) porque saben que la plaza se va a llenar. Todos salimos ganando, pues los comercios alrededor de la plaza también notan más actividad si Ratón está anunciado», aseguraba su propietario el verano pasado.
El edil de Fiestas de Xàtiva, Ramón Vila, ha señalado que la responsable de todo lo que ocurre en la plaza es la empresa concesionaria de la gestión del ruedo setabense y ha anunciado que, tras hablar con el alcalde, Alfonso Rus, no se prevé suspender ninguno de los actos taurinos programados para el resto de la Fira, que concluirá el próximo 20 de agosto.
EL GANADERO
La historia de Ratón tiene mucho de leyenda, alimentada por la gente y cierta medida por su dueño, de quien recogemos declaraciones hechas bastante antes de la trágica cogida de Xátiva.
La primera vez que se dio a conocer fue en Puerto de Sagunto, en 2006, cuando mató a cornadas a un hombre de 50 años.
El vídeo de la cogida fue visto por cientos de miles de personas en Internet y muchos aficionados empezaron a seguir su trayectoria. Durante esos años, se le adjudican más de una treintena de cornadas.
Su saltó a la fama ocurridó hace unos años en Fallas, cuando empitonó tres veces a un hombre de 27 años en la plaza de toros de Valencia.
A Manuel, veterano aficionado, apenas le quedaban dos metros para llegar a la barrera, pero el cornúpeta le alcanzó por la espalda y lo volteó varias veces en el aire hasta que lo dejó pisoteado en el coso.
Los organizadores suspendieron, entre pitos de los presentes, el festejo. Fue el comienzo de la historia sangrienta de Ratón.
Las apariciones de Ratón se cotizan caras. Gregorio cobra de 6.000 a 10.000 euros por su participación, cuando lo normal por un toro de alquiler es 1.000.
Nunca una res había cobrado tanto. Mientras que el resto de los animales suelen salir durante todo el año, Ratón se limita a aparecer unas diez veces por temporada: sólo lo hace en Aragón, Valencia, Cataluña y Navarra, comunidades en las que el reglamento no obliga a sacrificar a las reses después de ser toreadas.
Los puristas de la fiesta defienden que el espectáculo no está en la sangre ni en la muerte. Eso es sólo morbo. El verdadero aficionado se interesa por los quiebros y las piruetas de los recortadores.
Carlos Zorrilla y Manuel Vicent, directivos de la Federación de Bous al Carrer, una organización sin ánimo de lucro que engloba a las peñas participantes en las fiestas populares, defienden con una montaña de papeles en la mano el buen nombre de la tradición.
«Los toros con muchas víctimas suelen ser más cobardes, menos nobles. El buen aficionado, no sigue a esos animales«, dice Zorrilla.
Pero aclara que ha habido actuaciones memorables de Ratón que no han sido famosas, en parte, por la nobleza de la faena. No había sangre.
Los festejos taurinos dejaron 4 muertos y 676 heridos el año pasado en la Comunidad Valenciana, donde casi 300 pueblos -más de la mitad de los existentes en la región- celebraron algún evento taurino.
Vicent opina que, en comparación con las fiestas que hubo (más de 6.000) han sido pocos los incidentes.
«Se ponen muchas medidas de seguridad. Esto es una fiesta, no se busca que nadie salga herido. Es una tradición y queremos que se trate con el máximo respeto».
Gregorio de Jesús sabe que la fama viene acompañada de las críticas.
«Las figuras siempre han tenido sus detractores y sus admiradores. A Raúl (ex delantero del Real Madrid y ahora en Alemania) lo ponen en duda, pero ahí están sus goles. A Ratón le pasa igual, van a quedar para siempre sus actuaciones».
Ratón es el heredero de otros toros que han hecho historia, como Ratonero, un animal que llenó plazas hace dos décadas; El Mijares, que da nombre a una peña taurina; o Modisto, Cubano, Marinero y Faraón, unos morlacos que también se han granjeado su fama a golpe de asta. Son leyenda.
Cuando Ratón apenas era una cría, unos chicos se colaron en la finca y lo encerraron durante horas en un apartadero, a oscuras. Estaba temblando cuando lo sacaron.
Gregorio lo rememora con dramatismo:
«Pensé que se moría. Creo que siempre se acuerda de aquella perrería y desde entonces saca toda su mala leche».