Temporadas de dieciséis lidias

Las corridas de toros regresan a la China comunista

El Gobierno chino construirá una plaza y facilitará la creación de una ganadería

Las corridas de toros serán iguales que en España: con tercio de varas, banderillas y suerte de matar

China volverá a celebrar corridas de toros.

Ocurre transcurrida una década larga de una primera experiencia con dos funciones en las que, excepto la suerte de matar, se respetó y escenificó la esencia más pura del espectáculo.

Según el acuerdo entre el Gobierno chino y el torero vallisoletano Manolo Sánchez, se trata de construir una plaza de toros que se inauguraría el próximo año, y de crear una ganadería de bravo a partir de reses españolas, que proporcionaría en el futuro los astados a lidiar en aquel país.

El proyecto, aprobado ya por las autoridades chinas, que lo explotarían directamente con el asesoramiento del diestro, se llevaría a cabo en Huaitou, un distrito de Pekín, muy cerca de la Gran Muralla.

Manolo Sánchez:

«Se trata de un complejo turístico ambientado cien por cien en España, y para ello uno de los grandes atractivos será llevar la fiesta de los toros, aunque también habrá otras instalaciones, como bodegas de vino, entre otros puntos de interés turístico»

ORGANIZACIÓN DE EVENTOS

En lo estrictamente taurino, Manolo Sánchez actuará como asesor del gobierno local chino, que ejercerá como empresa, para marcar las directrices a la hora de organizar festejos, y también como enlace con los toreros y los ganaderos, para facilitar las contrataciones y el transporte del ganado.

«Dentro de dos o tres meses llevaremos para allá cien vacas de vientre y otros cien toros para comenzar a sentar unas bases en la ganadería que van a crear, y en ese mismo plazo comenzarán con las obras de la plaza de toros, que tienen previsto levantar en tres o cuatro meses. Si se cumplen las previsiones, el coso se inaugurará en octubre del año próximo con dos corridas de toros»

AFICIÓN

A partir de 2011 el objetivo es instaurar de forma definitiva la fiesta de los toros haciendo temporadas de dieciséis corridas cada una, entre los meses de mayo, junio, julio y agosto, y así durante una serie de años «hasta consolidar una afición que siempre ha mostrado interés por ‘la Fiesta’, como lo demuestra el seguimiento que hacen de la misma a través de los medios de comunicación, especialmente la televisión», apostilló el torero.

En cuanto al desarrollo de lo que será el espectáculo taurino, las corridas de toros serán idénticas que en España, es decir, con tercio de varas, banderillas y suerte de matar, huyendo del estilo de tauromaquia portuguesa, donde no existe el castigo al animal, y en ese mismo sentido también de las incruentas de Las Vegas, que tanta polémica han levantado.

«Es sin duda una idea muy bonita y muy interesante. Pienso que vamos a hacer un gran trabajo porque de momento el gobierno chino ha mostrado un interés muy grande, pero además quieren hacerlo lo más perfecto posible, lo más cercano y fiel a España, respetar las corridas de toros en toda su esencia»

La única diferencia con respecto a las corridas de toros en España es que en lugar de matar seis toros por corrida con una terna de matadores, la planificación inicial serán los mano a mano entre dos toreros, estoqueando sólo cuatro astados.

PRECEDENTES

Esta iniciativa de dar toros en China no es la primera vez que se lleva a cabo, ya que en el año 2004 se celebraron dos corridas en Shangai, las primeras en la historia de aquel país, en cada una de las cuales se lidiaron tres toros, complementándose cada jornada con un espectáculo flamenco.

El organizador de aquellos festejos fue el matador de toros y empresario español Gabriel de la Casa, que llevó un equipo de 27 profesionales entre matadores de toros, banderilleros, picadores, mozos de espadas e incluso monosabios.

En ambos festejos actuaron los diestros José Ignacio Ramos, Guillermo Albán e Iván García, que lidiaron toros mexicanos de «La Soledad».

Desde entonces no ha habido más toros en aquel país, aunque hace dos años se dio un nuevo intento a cargo del taurino español Enrique Martín Arranz que, sin embargo, no fructificó por los problemas burocráticos y las extremadas exigencias sanitarias y veterinarias de la administración china. (Efe)

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